Investigadores de instituciones europeas y estadounidenses ha diseñado una herramienta de análisis dinámica de datos cuantitativos y cualitativos sobre la movilidad cultural durante los últimos 2.000 años en Europa y Norteamérica. Esos movimientos se pueden observar ahora en una representación visual a gran escala desarrollada a partir de esos datos.
Según Maximilian Schich, investigador de la Escuela de Artes y Humanidades de la Universidad de Texas (EE UU) y autor principal del estudio, la cuantificación y la transformación de la historia de la cultura en una representación visual no es fácil. “Hay miles de historias individuales en el trascurso de dos milenios para tener en cuenta y algunas condiciones históricas son casi imposibles de medir”.
Para afrontar este reto Schich reunió un equipo de expertos en redes y sistemas complejos con objeto de crear y cuantificar una visión amplia de la historia cultural de Europa y Norteamérica. Los detalles de la investigación se publican en el último número de la revista Science.
Los investigadores han reconstruido los patrones de migración y movilidad de más de 150.000 personas notables en ambos continentes durante dos milenios. Mediante la conexión de los lugares de nacimiento y muerte de cada individuo, han logrado avances en la comprensión de la dinámica cultural a gran escala.
Interacción Europa-Norteamérica
“El trabajo –dice el investigador– dibuja un panorama sorprendentemente amplio de interacción cultural entre Europa y Norteamérica que no se puede obtener sin consultar grandes cantidades de literatura o peinando grandes conjuntos de datos. Nuestro estudio funciona como un ‘macroscopio’ donde los aspectos cuantitativos y cualitativos se complementan y se consultan entre sí”.
El análisis cuantitativo implica, datos medibles objetivos, mientras que la investigación cualitativa se basa en las cualidades subjetivas o ‘aparentes’, explica.
Los autores recopilaron los datos de nacimiento y de muerte de tres bases de datos para realizar un seguimiento de las redes de migración dentro y fuera de Europa y Norteamérica, revelando pautas de fuentes geográficas de nacimiento y muerte.
La comparación de estos dados ayudó a distinguir entre los sitios de nacimiento menos atractivos, los atractivos de larga duración y los de muerte trágica de corta duración (lugares con accidentes aéreos o batallas, por ejemplo).
Un hallazgo clave en el estudio, señala Schich, es que las tendencias fundamentales no intuitivas, incluyendo las llamadas leyes de migración, surgen de un gran número de eventos específicos. Los científicos también encontraron evidencias de fluctuaciones masivas en lugares concretos.
Atractivo cultural y tamaño
Otros resultados revelan que a pesar de la dependencia de las artes en el dinero, los centros culturales y económicos no siempre coinciden, y que el tamaño de la población de un lugar no necesariamente está relacionado con su atractivo cultural.
‘»De hecho, valores atípicos con una gran atracción cultural como Hollywood, donde se encuentran 10 veces más muertes de personas notables que nacimientos, se encuentran en todos los tamaños de poblaciones, desde las aldeas a megaciudades'», añade Schich.
El estudio también destaca que la distancia física media entre las ubicaciones de natalidad y mortalidad cambió muy poco entre los siglos XIV y XXI, desde unos 214 kilómetros a unos 382 kilómetros, respectivamente.
‘»En realidad no hay un centro cultural medio o típico –agrega Schich–.Como consecuencia de ello, los historiadores culturales necesitan cuantificación para complementar su intuición basada en la investigación cualitativa si quieren comprender plenamente fenómenos como la dinámica de la movilidad cultural”.
El autor principal resalta que el estudio ha requerido una gran cantidad de conocimiento multidisciplinar. “Hemos combinado campos como historia del arte, redes, sistemas complejos, sociología computacional, movilidad humana, diseño de la información, física y algo de inspiración de la biología de sistemas'», concluye.
Referencia bibliográfica:
Maximilian Schich et al. “A network framework of cultural history”. Science, 31 de Julio de 2014 (SINC)