Agente de la Bolsa de Valores de Nueva York- Andrew Gombert, EFE

Agente de la Bolsa de Valores de Nueva York- Andrew Gombert, EFE


Un grupo de investigadores de la Universidad de Alicante, del Imperial College de Londres y de la Universidad de Cambridge simuló un mercado financiero en el que los participantes compran y venden activos financieros. En uno de los experimentos se midieron los niveles endógenos de testosterona y de cortisol en los participantes, y en otro experimento se elevaron artificialmente. Al recibir dosis de cualquiera de las dos hormonas los participantes aumentaron significativamente sus inversiones en activos de mayor riesgo.

“Creemos que los cambios hormonales pueden ayudarnos a comprender el comportamiento de los agentes en los mercados financieros, especialmente durante periodos de inestabilidad”, explica Carlos Cueva, profesor del departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Alicante y uno de los autores principales del estudio.

El ambiente estresante y competitivo en el que operan los agentes de los mercados financieros puede inducir niveles altos de cortisol y testosterona. El cortisol se eleva ante situaciones de estrés físico o psicológico, aumentando el nivel de glucosa en sangre y preparando al cuerpo para la reacción de lucha o huida. La testosterona, por otro lado, se eleva ante situaciones competitivas.

“Estudios previos mostraron que los hombres con mayores niveles de testosterona tienden a exhibir mayor confianza y probabilidad de éxito en estas situaciones”, añade Cueva.

Los autores de este nuevo estudio, publicado en Scientific Reports del grupo Nature, sugieren que estos resultados podrían ayudar a mejorar la estabilidad de las instituciones financieras.

Otro de los autores del trabajo, el profesor del departamento de Medicina del Imperial College de Londres, Ed Roberts, afirma que el objetivo «es comprender mejor los efectos de estas hormonas sobre la toma de decisiones. Después podremos analizar el ambiente en el que los agentes en los mercados financieros trabajan, y valorar si es excesivamente estresante o competitivo. Estos factores podrían estar afectando a sus niveles hormonales que a su vez influirían en su propensión a asumir riesgos”.

Más inversión en activos de alto riesgo

En un primer estudio los investigadores midieron los niveles hormonales de 142 voluntarios, hombres y mujeres, participando en un mercado financiero simulado en el laboratorio, en grupos de unas 10 personas. Los participantes con niveles más elevados de cortisol asumieron mayores riesgos en sus inversiones. Además, los mercados con un promedio alto de cortisol exhibieron mayor inestabilidad de precios.

En un segundo estudio, 75 hombres recibieron cortisol o testosterona antes de participar en un simulador de bolsa. Cada individuo participaba dos veces: una vez tras recibir una de las hormonas y la otra tras recibir un placebo. Tanto el cortisol como la testosterona provocaron un incremento significativo de las inversiones hacia los activos de mayor riesgo.

“Estos resultados sugieren que el cortisol y la testosterona fomentan las inversiones de alto riesgo en el corto plazo”, valora el profesor Roberts. “Solo hemos investigado los efectos a corto plazo en el laboratorio. Sería interesante medir los niveles hormonales de los agentes financieros en el mundo real y también ver cuáles pueden ser los efectos en plazos más largos”, apunta.

Joe Herbert, profesor del departamento de Neurociencia de la Universidad de Cambridge y coautor de este nuevo estudio, encontró en un trabajo anterior realizado con brokers de la city de Londres que niveles altos de testosterona por la mañana predecían mayores ganancias durante ese día, mientras que los aumentos en la inestabilidad del mercado estaban correlacionados con subidas en los niveles de cortisol. El estudio ha sido financiado por el Economic and Social Research Council del Reino Unido.

Referencia bibliográfica:

C. Cueva et al. ‘Cortisol and testosterone increase financial risk taking and may destabilize markets’. Scientific Reports, 2015.

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