En el campo de la mecánica de fluidos, se han estudiado los patrones generados por la agitación de algunos objetos o fuerzas físicas. Uno de los patrones más estudiados es el que se produce, por ejemplo, cuando un barco se abre camino en el agua y luego, deja tras de sí una estela de olas y remolinos. Estas formas son conocidas como el vórtice de von Kárman o calle de vórtice de von Kárman y también se presentan en el viento.

Este fenómeno es de particular importancia en la ingeniería de algunos objetos que deben resistir las corrientes de aire o agua, como los periscopios, torres y chimeneas, esto de debe a que de un lado reciben la corriente, la cual los rodea y posteriormente se reúne formando remolinos, los cuales generan vibraciones en el objeto. Si la estructura no es lo suficientemente resistente tenderá a colapsar. Asimismo, este fenómeno es aprovechado por algunos insectos, que toman la energía de los vórtices para mejorar su velocidad.

Es curioso que eventos que son fácilmente observables encierren una complejidad inusitada, eso nos hace pensar en las pequeñas cosas que vemos pero no entendemos.

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O bien, puedes ver como un puente se derrumba por efectos de este fenómeno, incluyendo todo el movimiento previo de la estructura, como si lo hubiera sacudido un gran terremoto.

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