Nebulosa NGC 7023 o Nebulosa Iris- NASA/DLR/SOFIA

Nebulosa NGC 7023 o Nebulosa Iris- NASA/DLR/SOFIA


Utilizando datos del observatorio SOFIA de la NASA y de otros observatorios, un equipo de investigadores internacionales ha estudiado cómo un tipo particular de moléculas orgánicas, que son materia prima para la vida, se pueden desarrollar en el espacio. Esta información podría ayudar a los científicos a comprender mejor cómo se pudo desarrollar la vida en la Tierra.

Bavo Croiset de la Universidad de Leiden en los Países Bajos y otros investigadores se centraron en un tipo de molécula llamada Hidrocarburo Aromático Policíclico (PAHs por sus siglas en inglés), que son moléculas planas que constan de átomos de carbono dispuestos en un patrón de panal, rodeadas de hidrógeno.

Los PAHs representan el 10% del carbono en el universo y se encuentran en la Tierra cuando se liberan mediante la combustión de material orgánico como carne, caña de azúcar, madera, etc. El equipo de Croiset determinó que cuando los PAHs en la nebulosa NGC 7023, también conocida como la nebulosa Iris, son golpeados por la radiación ultravioleta de la estrella central de la nebulosa, se convierten en moléculas más grandes y complejas. Los científicos plantean la hipótesis de  que el crecimiento de moléculas orgánicas complejas como PAH es uno de los pasos que conducen a al surgimiento de la vida.

Algunos modelos actuales predicen que la radiación de una estrella cercana recién nacida y masiva tendería a descomponer las grandes moléculas orgánicas en otras más pequeñas, en vez de construirlas. Para probar estos modelos, los investigadores querían estimar el tamaño de las moléculas en diferentes ubicaciones en relación con la estrella central.

El equipo de Croiset utilizó el observatorio SOFIA para observar la nebulosa NCG 7023 con dos instrumentos, el FLITECAM, una cámara de infrarrojo cercano y FORCAST, la cámara de infrarrojo medio. Los instrumentos de Sofía son sensibles a dos longitudes de onda que son producidas por estas moléculas particulares, que pueden ser utilizados para estimar su tamaño. El equipo analizó las imágenes de SOFIA en combinación con los datos previamente obtenidos por el observatorio espacial infrarrojo Spitzer, el telescopio espacial Hubble y el telescopio de Canadá-Francia-Hawaii en la Isla Grande de Hawaii.

El análisis indica que el tamaño de las molécula PAH en la nebulosa varía según su ubicación siguiendo un patrón claro. El tamaño promedio de las moléculas en el centro de la nebulosa, alrededor de la estrella luminosa, es más grande en la superficie de la nube en el borde externo de la cavidad.

El equipo concluyó que la variación del tamaño molecular se debe a que algunas de las moléculas más pequeñas son destruidas por el campo de radiación ultravioleta de la estrella, y las moléculas medianas que son irradiadas se combinan hasta formar moléculas más grandes. Los investigadores se vieron sorprendidos al darse cuenta que la radiación tenía como resultado el crecimiento y no la destrucción de la molécula.

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