Rectoría UV

Rectoría UV


La falta de recursos en las instituciones públicas de educación superior y la resistencia de los gobiernos estatales a pagar y a incrementar las partidas que se entregan a las mismas, está provocando roces.

El primer caso se da en Veracruz donde el gobernador de la entidad, Javier Duarte de Ocho niega un adeudo de 1,800 millones de pesos con la Universidad Veracruzana, aún cuando la obligación de aportar recursos a la institución está plasmada en la Constitución del estado.

Sobre este conflicto, el Secretario General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, no se pronunció, por lo menos inicialmente.

El gobierno del estado de Veracruz es uno de los que mayores compromisos financieros tienen con instituciones de crédito, además de múltiples pasivos acumulados en la entidad, con proveedores diversos, prestadores de servicios y hasta con profesores y burócratas al no cubrirse económicamente diversas prestaciones, así como pensiones alimenticias retenidas para ancianos desde abril del presente año. La deuda reconocida del gobierno de Veracruz oficialmente es de 44 mil millones de pesos, aunque otras fuentes calculan el débito en 80 mil millones y hay quienes lo elevan hasta los 100 mil millones de pesos.

Ante este panorama la Universidad Veracruzana pasa a ser entonces otro ente publico perjudicado, al igual que los ayuntamientos del estado, a los cuales se les retiene la entrega de dineros que el gobierno federal les proporciona vía participaciones por los impuestos recaudados en el país.

 

El origen de la deuda con la UV

 

El conflicto entre la Universidad Veracruzana y el gobierno del estado de Veracruz tuvo su primer momento álgido el 17 de agosto de este 2015, cuando la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, se reunió con quienes entonces eran diputados federales electos, a quienes pidió su apoyo para mejorar las condiciones financieras de las UV, además de que les informó que el gobierno de Veracruz debe a la institución 1,800 millones de pesos.

En esta junta estuvieron los ahora coordinadores de la fracciones parlamentarias de diputados federales por Veracruz, del PRI, Erick Lagos, y del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares (enemigo político de Duarte), así como el diputado electo por Morena, Cuitláhuac García.

Este reclamo no fue bien visto por el gobernador, quien respondió que las entregas de recursos a la Universidad Veracruzana se realizaban, pero de manera programada.

De hecho una solicitud de acceso a la información realizada a la Universidad Veracruzana, la 405/2015, muestra que al 18 de mayo de 2015 el gobierno del estado le había retenido recursos a la Universidad Veracruzana por el orden de 1,695 millones; la cantidad de 1,800 millones fue manejada casi tres meses después por la rectora.

Esa solicitud de acceso a la información mencionaba que de los 1,695 millones no entregados por el gobierno del estado, 1,256 millones correspondían al subsidio estatal y casi 440 millones a las entregas provenientes de la federación.

Ahí mismo se muestra que la causa del adeudo correspondía, simple y llanamente a “la falta de ministración de dichos recursos”.

El rezago generado a partir de 2008 fue creciendo año con año y en este 2015 se mostraba una cantidad de 807 millones 552 mil pesos pendientes de entrega a la fecha de la solicitud de acceso a la información. Entre esa cantidad, más lo retenido posteriormente, los cálculos son que la administración de Javier Duarte le adeuda casi 1,000 millones de pesos a la Universidad Veracruzana, tan sólo este año.

 

La “generosidad” de Javier Duarte

 

“¿Cuánto le debe el gobierno de Veracruz a la Universidad Veracruzana?. La respuesta es: Nada”, dijo Javier Duarte, el 7 de septiembre, durante una conferencia de prensa.

Y también afirmó que lo que se aporta a la casa de estudios es de manera generosa.

Lo que no dijo es que en la Constitución del estado de Veracruz se marca en el articulo 10, inciso i) que el patrimonio de la Universidad Veracruzana se integrará “con las aportaciones federales y estatales”.

El ordenamiento fija que el gobierno del estado de Veracruz tiene la obligación de aportar recursos para la existencia de la Universidad Veracruzana.

Sus palabras las emitió horas antes de que ese mismo día Sara Ladrón de Guevara emitiese informe como rectora de esa casa de estudios.

Y Aunque el gobernador de Veracruz no mencionó a la Constitución, si reconoció la existencia de un convenio firmado entre la Universidad Veracruzana con los gobiernos federal y estatal, precisamente para determinar los montos que ambos niveles de poder le deben entregar a la institución educativa, el cual se firma cada año convocado por la Secretaría de Educación Pública del gobierno mexicano.

En su conferencia de prensa Duarte de Ochoa apuntó que en la clausula primera, se establecen las bases para el subsidio durante el ejercicio fiscal en curso, mientras que en la segunda, se apunta que la SEP y el Ejecutivo estatal asignarán dentro de sus posibilidades y en atención a las necesidades financieras de la Universidad, “el monto que hemos convenido”.

En ese convenio se establece que el gobierno del estado debe aportar el 52% de los ingresos que tiene la Universidad Veracruzana por subsidio gubernamental, correspondiendo el otro 48 al gobierno federal.

Por lo mismo fue que insistió que las aportaciones que se hacen son “de manera generosa y solidaria”: “Nosotros contribuimos de manera generosa y solidaria subsidiando a la Universidad Veracruzana… y lo vamos a seguir haciendo, porque creemos que nuestra máxima casa de estudios merece todo el apoyo y todo el respaldo”.

Luego refirió que durante su periodo como gobernador se le ha dado al “organismo autónomo” de la Universidad Veracruzana más de 10,164.9 millones de pesos como subsidio y el gobierno federal durante este mismo lapso le entregó 10,157.7 millones de pesos.

Así mencionó que durante el presente año se le entregaron ya 1,460.9 millones de pesos.

“Lo hacemos porque sabemos que todo peso destinado a la educación es un peso bien invertido, y representa un futuro promisorio para las próximas generaciones”, expresó.

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