Sergio, es una muestra de cómo el programa “Adopta un Amig@”, logra un cambio de un niño agresivo a uno integrado con sus compañeros.

Estefania, es otro ejemplo, al pasar de una infante retaida a concursar en la olimpiada estatal de conocimiento con mucha seguridad.

Con el programa Universidad Veracruzana (UV)-Peraj universitarios y alumnos de escuelas primarias superan retos y enriquecen su experiencia educativa y de vida cotidiana, coinciden estudiantes que fungen como tutores de niños que cursan quinto y sexto grado.

         A la par, esta iniciativa es una opción de servicio social que impulsa la Dirección de Vinculación General de esta casa de estudios, a través del Departamento de Vinculación Comunitaria.

En el mundo, el programa Peraj “Adopta un Amig@” nació en 1974, en Israel, como un proyecto experimental de un grupo de investigadores y estudiantes del Instituto Científico Weizmann, cuyas actividades de apoyo, a través de estudiantes de licenciatura, se enfocaron a los niños y jóvenes de comunidades en desarrollo o necesitadas, que requerían ayuda educativa y emocional.

A partir de esa fecha logró desarrollarse en más de 18 países. Al país llegó en 2003 y se instituyó en la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuatro años después se firmó un convenio con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann, A.C. para extenderlo a otras universidades, que según datos oficiales hasta 2011 sumaban poco más de 30.

La UV se incorporó en el ciclo escolar 2009-2010 y en la actualidad se desarrolla en dos sedes del campus Xalapa: la Casa UV de Molino de San Roque, en la Delegación Oeste del municipio, que atiende a la escuela primaria Naciones Unidas de la colonia Veracruz; y la segunda en la Facultad de Economía, en la delegación Centro-Sur, que atiende a la escuela primaria 16 de septiembre de la colonia Progreso Macuiltépetl.

El objetivo del programa es apoyar a los niños para que desarrollen su potencial individual y social mediante el establecimiento de una relación significativa con un joven universitario que funja como su tutor, con la finalidad de ampliar la visión de su mundo.

Uno de los universitarios participantes, Andrés David Roldán, de la Facultad de Psicología, compartió que se integró al Programa UV-Peraj con el espíritu de hacer un servicio social “diferente”, con mayor impacto en la comunidad.

         En agosto próximo, tras un año de participación, el universitario concluirá su servicio social, en la sede de la Facultad de Economía, lapso en el que adquirió invaluables enseñanzas, como la convivencia con un niño agresivo que ha sabido superar ciertas actitudes.

“Tuve la suerte de trabajar con un muchacho que era el más inestable de Peraj, el más inquieto; tuvo que irse porque tenía problemas, y después me tocó otro más inquieto: Sergio. La verdad es que me cae muy bien y tiene mucho potencial, pero viene de una zona muy marginada y de mucho riesgo, entonces el lenguaje que está manejando y las dinámicas no encajan con el panorama general del grupo y le cuesta un poquito integrarse”, compartió.

         Añadió que su actual “amigo” convive con el resto de los que participan en el programa pero a partir de la agresión. Sin embargo, es una “excelente persona”. Es más, dijo que lo eligió porque “me pareció un diamante en bruto y empezamos a chambear y ahorita ya nos llevamos muy bien y se lleva muy bien con sus compañeros”.

         Es más, dijo que para casos especiales como el de Sergio, se aplica a la perfección el objetivo de Peraj, que es buscar que los niños puedan identificarse con una especie de “hermano mayor”, pues muchas veces los problemas del círculo familiar desplazan o impiden prestar a tención a la vida escolar.

         Compartió que tal fue el avance que se logró con Sergio, que en una carta de despedida –que el mismo Andrés les pidió- le dio las gracias por su comprensión. “Ese tipo de cosas es un vinculo que no se logra con el profesor, con su hermano, con su mamá entonces es bien importante que un adulto joven le de este espacio de identificación para que pueda salir de la zona de marginación”.

         Otra de las participantes, Lourdes Mota Pardo, de la Facultad de Psicología se incorporó al Programa desde hace tres años como tutora y en la actualidad es coordinadora.

“Mi experiencia como tutora fue muy importante, estuve a cargo de Estefanía y esa labor fue difícil; se trataba de una niña de quinto grado de la primaria 16 de septiembre. Al principio llego muy tímida, no le gustaba participar; aunque es muy inteligente, tenía demasiadas responsabilidades en casa y algunos problemas.

Al finalizar el ciclo escolar, gracias al acompañamiento de Lourdes, Estefanía socializaba más, platicaba con sus compañeros e incluso fue quien a nombre del grupo, ofreció las palabras de despedida: “Todo el mundo notó el cambio, incluso los mismos padres. Es más, salió en el periódico en marzo de este año porque fue a competir a la olimpiada del conocimiento a nivel zona y a nivel estatal. La verdad es que salió muy segura”.

Las sesiones de las tutorías consisten en actividades referentes a los ejes: social, ambiental, personal –en donde entran las emociones-, escolar, higiene y cuidado de los animales, entre otros.

         Aunque por el momento las tutorías sólo se llevan a cabo en el campus Xalapa, está la propuesta de que entre en el ciclo escolar 2012-2013 también se realice en Poza Rica-Tuxpan y Veracruz-Boca del Río.

En la actualidad, el programa UV-Peraj está integrado por 35 niños e igual número de tutores, más un grupo de regularización –apoyo para tareas–, que funciona en horario de 14:00 a 15:00 y de 17:00 a 18:00 horas, los lunes, miércoles y viernes.

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