Las políticas culturales son más efectivas cuando en su elaboración se toman en cuenta las opiniones de la comunidad artística y de la sociedad, aseguró Juan Arturo Camacho Becerra, presidente del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco (CECA), quien dictó una conferencia en Xalapa invitado por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV) y el Instituto Veracruzano de la Cultura.

La conferencia titulada “La participación ciudadana en el diseño de políticas culturales. El caso de Jalisco”, se realizó en la Galería de Arte Contemporáneo de Xalapa, y contó con la presencia de la historiadora Celia del Palacio, coordinadora del CECC, y de Alejandro Mariano, director del IVEC.

Durante el evento, Camacho Becerra explicó que el CECA es un organismo descentralizado de la Secretaría de Cultura, que se caracteriza por establecer vínculos entre la sociedad, la comunidad artística y las autoridades culturales.

Asimismo, relató que dicho consejo entró en funciones en marzo del 2001. Desde entonces cuenta con presupuesto propio y está conformado por tres personas: el Presidente, el Secretario ejecutivo y un auxiliar de comunicación. También labora con un jurado compuesto por representantes de las secretarias de gobierno, así como de diversos grupos artísticas.

“El éxito del CECA se debe a que la comunidad artística es la única que conoce cuáles son sus necesidades, y la que mejor puede opinar en el diseño de políticas públicas en materia de cultura”, aseguró.

Agregó que el principal objetivo de la institución es incentivar la creación artística por medio de becas. “Es un trabajo arduo por que se requiere de mucho temperamento para atender las propuestas de cada artista, ya que cada uno tiene características y personalidades propias.”

Otra de sus funciones, dijo, es la de realizar la evaluación, consultas y propuestas del plan estatal de cultura, convirtiéndose así en un ente ciudadano vigilante de las acciones en materia de cultura. “No se ejercen funciones ejecutivas sino propositivas; es una forma de mostrarle a la autoridad cómo los artistas bien organizados y con ética pueden proponer proyectos de calidad”.

Destacó que el trabajo realizado ya ha dado frutos, pues muchos proyectos han obtenido premios y reconocimientos nacionales e internacionales. Dentro de estos sobresale el área de cine, con Prita Noire, de Sofía Carrillo, y Mari Pepa de Samuel Kishi, ganadores del Ariel 2012 por mejor cortometraje de animación y ficción respectivamente, así como exhibiciones durante ese año, en los festivales de Cannes y Court Métrage del segundo.

En otras áreas también ha habido logros: La pintura más fina de Jesús Diaz, logró mención honorífica en la Bienal de Pintura José Atanasio Monroy 2009 y el proyecto Volátil, de Pedro García Alcantar, fue finalista a mejor coreografía en el premio INBA-UAM 2011, concluyó.

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