Concorde de British Airways

Concorde de British Airways


La intención por desarrollar un avión de pasajeros supersónico comenzó a mediados de los años 50’s. El proyecto lo iniciaron los Ingleses y los Franceses; después los estadounidenses y los rusos también se unieron a la carrera, cada uno por su cuenta.

Pero, por la gran cantidad de recursos que se necesitaban, los ingleses y los franceses firmaron en 1962, un tratado intergubernamental para el estudio, desarrollo y la fabricación de un aeroplano supersónico. Esto representó el nacimiento del Concorde. Antes de firmar el acuerdo, BAC (British Aircraft Corporation) y la sud-aviation ( posteriormente Aerospatiale) se habían dividido cuidadosamente la tarea en términos de la investigación y de la fabricación. El montaje final ocurriría en dos cadenas paralelas, mientras que el coste global del programa debía ser compartido igualmente entre los dos países.

Al buscarse el vuelo supersónico se tuvieron que buscar soluciones a los problemas de aerodinámica, estructuras de materiales, de motores, y piezas de ensamblado que se presentaban, para lo cual se tuvieron que desarrollar tecnologías revolucionarias.

Por la velocidad que se pretendía habría calentamiento ‘»cinético'» del material debido a la fricción de las partículas de aire, choques termales durante las fases de aceleración y desaceleración; deformación de materiales a las velocidades extremadamente altas; resistencia a las vibraciones, y también debía ser funcional al volar a bajas velocidades, para adaptarse a los requisitos del tráfico aéreo interno.

Finalmente el 21 de enero de 1976, el Concorde realizó simultáneamente su primer vuelo comercial: un vuelo de París a Dakar y a Río Janeiro, y el vuelo de Londres a Bahrein.

Con esto se convirtió en el primer avión de pasajeros supersónico en dar servicio al público, pero seguía siendo el segundo en despegar, pues primero voló el avión ruso Túpolev-144, el cual hizo su primer vuelo dos meses antes que su rival, el 31 de diciembre de 1968. El Concorde 001 hizo su primer vuelo de prueba el 2 de marzo de 1969, en Toulouse, Francia.

El Concorde tuvo inicialmente cerradas las puertas en Estados Unidos, grupos ambientales se resistieron y varias aerolíneas presionaban para que no se le dejase entrar por la competencia que representaba en los vuelos transatlánticos, especialmente desde que los Estados Unidos abandonó su proyecto supersónico.

Fué hasta 1977 que el Concorde pudo finalmente aterrizar en Nueva York, el destino para el cual había sido creado. El rey de los vuelos transatlánticos se hizo así el avión preferido entre hombres de negocios y VIPs, y un instrumento del prestigio para Francia y el Reino Unido. Por tres décadas, entrecruzaría los cielos del Atlántico Norte, mientras que de vez en cuando operaba en otras rutas. Simbolizando seguridad, confiabilidad y comodidad, fascinó a muchedumbres en cada aspecto.

Sin embargo su operación comercial era costosa, lo que propició que nunca fuese un avión de gran demanda publica, aún cuando el recorrido entre París y Nueva York lo realizada en tan sólo 3:30 horas, una velocidad crucero de Mach 2.02, es decir, a 2,140 Km/h, a diferencia de las 8 horas, cuando menos que tomaba cualquier otro vuelo comercial.

Ante esto se construyeron solamente 20 de estas aeronaves.

El declive del Concorde comenzó probablemente con el accidente aéreo ocurrido el 25 de julio del 2000, cuando una de estas naves se incendia al despegar y al intentar una maniobra para regresar al aeropuerto explotó y cayó sobre el pequeño hotel Relais Bleu en la localidad de Gonesse, a 17 km al norte de París, a casi 5 kilómetros del aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, muriendo 113 personas, incluidas 5 que se encontraban en tierra, poco antes de las 17:00 hora local (15:00 GMT).

En este, el primer accidente de un “Concorde”, reputado como el avión más seguro de la Tierra, el prestigio de la aeronave también se desplomó y nunca se recuperó, aún cuando el reporte final del accidente asentaba que la turbina izquierda se incendió porque absorbió pedazos metálicos de un avión que había despegado antes:

Luego de seis meses de investigaciones se ha llegado a la siguiente conclusión, respecto a las causas del accidente:
 Un avión DC10 con destino a EE.UU. despegó pocos minutos antes de la salida del Concorde. Este avión que había sido reparados mecánicamente, pierde un elemento metálico de forma rectangular bien alargado que cae sobre la pista. Al despegar el Concorde, y cuando llevaba una velocidad de unos 330 km/h, uno de los neumáticos de goma inflados a alta presión pisa esta chapa filosa produciéndole un corte profundo a la cubierta de caucho. El neumático explota y uno de los pedazos  (que salen expulsados a gran velocidad) , impacta en la parte inferior del ala  creando una gran onda de choque que desprende un sello hermético del tanque de combustible. El combustible comienza a fugarse, pero hasta ese instante no hay problemas porque existen sistemas de seguridad para esas situaciones. Pero fue aquí cuando sucede la peor, porque otro trozo de cubierta corta unos cables del tren de aterrizaje, que al rozarse producen chispas eléctricas, que en contacto con el combustible que se escapa, crea una combustión que en segundo se expande por todo el fuselaje, hasta su caída sobre un hotel cercano al aeropuerto.

Esto llevo a que el avión estuviera en tierra alrededor de quince meses, además de que se incrementaron los costos de mantenimiento de la flota por el tiempo que llevaba volando; a la par se presentaba una crisis de las bolsas de valores, lo que impacto directamente en el tipo de publico que manejaba y después se dio la caída en el tráfico aéreo intercontinental por los eventos de Septiembre 11 del 2001.

Así el 10 de abril 2003 Air France y British Airways anunciaron al mismo tiempo que retirarían el Concorde a finales de año.

Air France realizó su último vuelo comercial con un Concorde el 30 de mayo de 2003, entre París y Nueva York. Durante la semana siguiente, el Concorde F-DEAR hizo una serie de vuelos conmemorativos con viajes entre París y Nueva York, teniendo a bordo empleados de la compañía y otras personalidades. El último vuelo de un Concorde de Air France fue el 27 de junio de 2003, cuando el F-BVFC voló hasta Toulouse.

El 15 de noviembre de 2003, se celebró en París una subasta de piezas y otros recuerdos del Concorde a cargo de la casa de subastas Christie'»s asistiendo cientos de personas.

British Airways realizó una gira de despedida por América del Norte en octubre de 2003. El Concorde G-BOAC visitó el Aeropuerto Internacional de Toronto el 1 de octubre de 2003, tras lo cual voló al JFK de Nueva York. El G-BOAC también visitó Boston, el 8 de octubre de 2003 y el 14 de octubre de 2003 el Dulles de Washigton D.C. Los Concorde de British Airways también hicieron una gira a través de Reino Unido con un viaje de ida y vuelta desde el aeropuerto Heathrow de Londres hasta la ciudad itinerante volando a baja altura visitando: Birmingham el 20 de octubre, Belfast el 21, Manchester el 22, Cardiff el 23 y el vuelo final, Edimburgo el 24 de octubre de 2003, coincidiendo con el centenario del vuelo inaugural de los hermanos Wright, en diciembre de 1903.

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