El retorno de Cuauhtémoc: Coaching al carbón

Lobo con piel de oveja


Héctor Cerezo Huerta

 

“La sombra del profesional de la Psicología es el charlatán, es decir, el Coach”

 

I. Primer mandamiento: Sentir, No pensar

              

El retorno de Cuauhtémoc: Coaching al carbónLa historia de las ofertas espurias de desarrollo humano es siempre la misma. Algunas se visten de tintes dramáticos, cómicos, irreverentes o francamente ridículos. Todo empieza prometiendo: “Te va a cambiar la vida”. “Te invito a un viaje. El destino; tú mismo”, “Si lo crees, lo creas”, “Deja de ser víctima y crece como lo mereces”, “Libérate, escribe tu propia historia” y un sinfín de clichés similares que representan la antesala de sistemas ideológicos totalitarios, dinámicas sectarias, fenómenos de persuasión coercitiva y empresas piramidales que convocan a cazadores de bálsamos emocionales para una psique vulnerable. El final de la historia, si es que éste llega, pudiera ser la permanencia simbiótica con el grupo, el cambio banal de epistemologías personales o la expresión de un espectro muy amplio de reacciones psicopatológicas que pueden ir desde el dolor ante la adaptación social y autónoma sin el grupo, anomia, des-identificación y sensación de extrañeza con el mundo hasta complejos cuadros clínicos definidos o reacciones sintomáticas diversas (Singer, 1998, Singer y Ofshe, 1990, Langone, 1994, Perlado, 2006, Cerezo y Calixto, 2015).

La Psicología, Filosofía y en general los saberes socio-humanísticos están siendo prostituidos y aparentemente suplantados por el coaching –en todas sus variedades y tipologías-, los libros de autoayuda y las pseudociencias. La Psicología, no ofrece algoritmos, ni siquiera procura dar respuestas, su tarea es pensar sobre el pensar, poner las cosas en perspectiva, enseñar a tomar distancia para saber qué hacer o no hacer, formular problemas y despertar asombros. La primacía de políticas neoliberales e ideologías postmodernistas ha sembrado un terreno fértil para la proliferación de dispositivos tecnocráticos de conformismo, control y reproducción de la noción de un hombre como un simple instrumento. Se anhelan y valoran fuentes inmediatas de placer u ofertas de felicidad sin invertir dedicación o trabajo intenso para ello (Burgdorf y Panksepp, 2006). Entrenamientos domesticatorios “multinivel”, talleres vivenciales y ofertas de coaching a la carta, constituyen sofisticadas estrategias de manipulación narcisista y transformación radical. Precisamente, por ello el coaching simboliza el triunfo del pensamiento empresarial y la asunción del hombre como un simple almacenamiento práctico de recursos psíquicos al servicio del imperativo socio-económico. (Parker y Pavón-Cuéllar, 2013).

 

II. El negocio del desarrollo in-humano

 

13552777_10154164875425734_937748244_nAnte un escenario turbulento, el proceso de captación para este tipo de ofertas de crecimiento personal es multicausal. Se origina, cuando se combinan perversamente cuatro factores estructurales, a saber a) una severa crisis socioeconómica que inevitablemente ha generado la necesidad de buscar una mejor calidad de vida, b) una alta prevalencia epidemiológica de enfermedades mentales que, aunado a un precario sistema de atención a la salud emocional facilita la vulnerabilidad, c) una deficiente formación educativa –no equivalente a escolaridad- que nunca estimuló el pensamiento crítico, y finalmente d) una verdadera “prostitución” de la psicología, que atestigua un alarmante aumento en la práctica de  pseudociencias y saberes fácticos por parte de oportunistas que aprovechan la laxitud de marcos legales y el desinterés de organismos profesionales para ponerles un alto definitivo.

El estado tiene la responsabilidad constitucional de proteger a los ciudadanos de toda clase de manipulación ideológica, ofertas de “salud” mental que no demuestren su eficiencia terapéutica y no estén avaladas por la comunidad científica. En Psicología criminal, se realiza una distinción importante entre crimen, delito y violencia. El crimen es cualquier acto que causa algún tipo de daño, invasión o transgresión a otra persona, sin que necesariamente este hecho esté tipificado en un marco legal. El delito por su parte, es cualquier acto, acción u omisión que genera daño, pero que al estar tipificado en un código penal es objeto de una sanción o castigo. Mientras tanto, la violencia se conceptualiza como la omisión, actitud o expresión aprendida que genera daño emocional, físico, patrimonial, económico, sexual u otro tipo a una persona o grupo. Innumerables empresas y coaches cometen diariamente crímenes, delitos y actos violentos sin que las autoridades comprendan que se está atentado –sin importar la sutileza de sus ofertas- en contra de la integridad de sus clientes, de sus familias, de las profesiones que usurpan y de la salud pública nacional.

13516290_10154164877085734_3216169057463534875_nAlgunas investigaciones llevadas a cabo por Milgram (1965), Arendt (1958), Lifton (1989), Hassan (1998), Singer y Lalich (1997), Singer y Ofshe (1990), Perlado y Sagnier (2006), Langone y Martin ((1993), Trujillo, Ramírez y Alonso (2009), han mostrado que la persuasión coercitiva resulta el modelo explicativo más conveniente y convincente para comprender e intervenir sobre las experiencias de influencia psicológica, cambio brusco de creencias y violencia simbólica. Como lo señala Lifton (1989), lo más destacado de la reforma del pensamiento es la influencia sobre las emociones, ya que representa el medio más eficiente para modificar las actitudes, identidad y personalidad de los participantes. El verdadero poder del control mental, agrega Zimbardo, Ebbesen y Maslach (1977), radica en las necesidades básicas de las personas de ser queridos, respetados, reconocidos y necesitados. Paradójicamente dicha felicidad y amor desbordante adquiere un papel eminentemente coercitivo.

Es bien conocida la forma de operar de estos grupos de “desarrollo humano”. La incorporación debe iniciar haciéndoles sentir la noción de pertenencia a una “familia” y el principal instrumento para lograrlo es el lenguaje. Las analogías, las metáforas lúcidas, las fantasías guiadas usando sugestiones hipnóticas, el uso de un argot atractivo y fácil de entender, las narraciones y palabras cargadas con especiales connotaciones emocionales junto con rituales afectivos y debilitamiento psicofísico sutil crean la atmósfera ideal para la eliminación de resistencias y preparan el terreno para el adoctrinamiento. Algunos grupos agregan la ejecución de tareas monótonas y repetitivas, dramatizaciones, tareas vocales, técnicas de hiperventilación, exposición a experiencias afectivas, cambios en la dieta, psicodramas y bailables que constituyen además de técnicas de persuasión coercitiva verdaderos inductores de estados disociativos. En el DSM IV (Diagnostic and Statistic Manual of Mental Disorders, 1994) se configura al síntoma disociativo como la dislocación de funciones habitualmente integradas como la conciencia, la memoria, la identidad o la percepción del ambiente. Aquí se incluyen, entre otros, los estados de disociación que ocurren en individuos que han estado sujetos a períodos de intensa y prolongada coerción persuasiva (por ejemplo brainwashing), reforma del pensamiento o adoctrinamiento.

 

III. Un ejemplo reciente: Coaching a las brasas

 

coaching a las brasasEl coaching y sus modalidades coercitivas, sectas comerciales multinivel y usurpadores dedicados a la industrialización de la mente no cesan en su empeño por disfrazar prácticas de violencia simbólica y abuso terapéutico bajo la fachada del desarrollo humano. La ilusión de cambio personal siempre ayudará a enmascarar trastornos mentales y a reforzar una grave distorsión del pensamiento crítico que origina una visión alienada de la existencia humana. En las últimas semanas, se han reportado graves incidentes derivados de la aplicación de técnicas liberadoras como el «Firewalking” (caminar sobre las brasas) o el «Glasswalking» (caminar sobre cristales rotos). El hecho más reciente se reportó hace unos días en el Centro de Convenciones de San José, California, durante un evento del exactor, gurú y ahora “coach-burner” Tonny Robbins. El inspirador encuentro mandó al hospital a 21 personas con crisis de ansiedad y quemaduras de segundo y tercer grado.

Los coachanteros afirman: “Tanto en la vida como en el firewalking dar el primer paso es el más difícil, el que más cuesta” o “Hay que caminar por la vida como por encima de las brasas, de lo contrario puedes acabar quemándote. Hay que pisar con firmeza y seguir adelante pase lo que pase”. Yo tengo una metáfora más lúcida de los pies a las brasas: Justificación perfecta para tus incompetencias cognitivas y emocionales que desbordan en una experiencia disociativa que aprovecha tu individualismo, fragilidad, alienación y zozobra existencial.

Ahora resulta que, el retorno a milenarias celebraciones paganas son experiencias de “alto impacto” para superar los miedos y límites autoimpuestos. Por supuesto, en semejantes “entrenamientos” omiten las dos semanas de meditación, los baños frecuentes, los cantos religiosos y la rigurosa abstinencia sexual a la que se apegan los caminantes de Sri Lanka y, gustosamente agregan otros ingredientes: $5,000 en promedio por “vivir” una experiencia sectaria, el uso de la música como inductor de estados disociativos, el uso obsesivo de un argot y dinámica grupal sectaria para alterar los estados de conciencia y exaltar el relativismo moral y la causalidad radical.  No existe poder de la mente sobre la materia; es un fenómeno físico que se explica por el tiempo de contacto entre el pie, la 13507206_10154164870470734_8900518447890109975_ntemperatura de las brasas, la capacidad de las diferentes sustancias para absorber calor y la conductividad. El carbón y la ceniza son pésimos conductores de calor y los pies no permanecen el tiempo suficiente para quemarse. Se requiere suficiente calor para modificar su temperatura. Es un ejemplo termodinámico perfecto (Willley, 2010, Xygalatas, 2012).

Un mensaje final para ti coachingado; espero que tras vivir tu entrenamiento, gradualmente empieces a cuestionarte tanto «coachitril» mental y para qué demonios te han servido semejantes «coachinadas y coachondeos”. Cuando estés listo, la psicoterapia te espera para trabajar en serio. ¿Sabes por qué? Porque se necesita ser muy valiente para hacer de la vida propia, una obra de arte y muy inteligente, para abrir los ojos y cerrar heridas. Será en psicoterapia -y no quemándote las patas- donde lograrás una revisión del sentido de vida para sobrevivir con lucidez. Como siempre, tú decides…

 

Referencias:

  • American Psychiatric Association. (1994). DSM IV. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Washington: Ed. American Psychiatric Association.
  • Arendt, H. (1970). On violence. San Diego/Nueva York: Harvest/HBJ.
  • Burgdorf J., Panksepp J. (2006) Neurobiology of positive emotions. Biobehav Rev. 30 (2); 173-187.
  • Cerezo, H; Calixto, J. (2015, En prensa). La industrialización de la mente: Análisis psicosocial y neurobiológico del coaching coercitivo.
  • Hassan, S. (1998). Combatting Cult Mind Control. USA: Park Street Press.
  • Langone, M.D., & Martin, P.R. (1993). Deprogramming, exit counseling, and ethics: Clarifying the confusion. Christian Research Journal, 46-47.
  • Lifton, R. (1989). Thought Reform and the Psychology of Totalism: A Study of ‘Brainwashing’ in China. USA: The University of North Carolina Press.
  • Milgram, S. (1965). Some conditions of obedience and disobedience to authority. Human Relations, 18(1), 57–76.
  • Parker, I. y Pavón-Cuéllar, D. (comps.). (2013). Lacan, Discurso, Acontecimiento: Nuevos Análisis de la Indeterminación Textual. Mexico D.F.: Plaza y Valdés.
  • Perlado, M; Sagnier, E. (2006). La violencia del sectarismo. Ponencia presentada en el XVII Congreso Internacional de la AIEMPR, Estrasburgo, Francia.
  • Rodríguez Carballeira, A. (1992). El lavado de cerebro. Psicología de la persuasión coercitiva. Barcelona: Boixareu Universitaria.
  • Singer, M. & Lalich, J. (1997). Las sectas entre nosotros. Barcelona: Gedisa.
  • Singer, M; Ofshe, R. (1990). Thought reform programs and the production of psichiatric causalities. Psiqchiatric Annals, (4), 188-193.
  • Trujillo, H; Ramirez, J; Alonso, F. (2009). Indicios de persuasión coercitiva en el adoctrinamiento de terroristas yihadistas: hacia la radicalización violenta. Universitas Psychologica, 8(3), 721-736. Disponible en http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-92672009000300009&lng=en&tlng=es
  • Willey, D. (2010). Firewalking Myth vs Physics. University of Pittsburgh. National Geogrpaphic. Retrieved.
  • Xygalatas, D. (2012). The Burning Saints. Cognition and Culture in the Fire-walking Rituals of the Anastenaria. London: Equinox.
  • Zimbardo, P. Ebbesen, E. & Maslach, C. (1977). Influencing Attitudes and Changing Behavior. (2nd Ed.) Reading, MA: Addison Wesley.

 

Héctor Cerezo Huerta: Doctor en Psicología Educativa y del Desarrollo por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor-Instructor del Departamento de Educación Continua de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala, UNAM. Profesor de Cátedra del Instituto Universitario Carl Rogers. Consultor y Capacitador independiente. Soy UNAMor verdadero.

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