En 2014, el Día Internacional de la Niña (que se conmemora el 11 de octubre, por iniciativa de la ONU) está enfocado a “empoderar a las adolescentes” para poner fin 

En 2014, el Día Internacional de la Niña (que se conmemorar el 11 de octubre, por iniciativa de la ONU) está enfocado a “empoderar a las adolescentes” para poner fin al ciclo de la violencia que viven las mujeres.

“Empoderar a las niñas, garantizar que se respetan sus derechos humanos y combatir la discriminación y la violencia a la que se enfrentan resulta fundamental para que toda la humanidad progrese. Una de las mejores formas de alcanzar estos objetivos consiste en proporcionar a las niñas la educación que se merecen”, apunta Ban Ki-moon, secretario general de la Organización Naciones Unidas (ONU).

El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 66/170  en la que declaraba el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, con el objetivo de reconocer los derechos de las niñas y los problemas excepcionales que confrontan en todo el mundo, entre ellos discriminación y violencia.

El tema del Día Internacional 2014, «Empoderar a las adolescentes: poner fin al ciclo de la violencia», se eligió en reconocimiento de la importancia de invertir en las niñas durante la adolescencia para prevenir y eliminar las distintas formas de violencia que experimentan, apunta la ONU en su soporte del tema del 2014.

Para llevar estos esfuerzos a un nivel superior –prosigue el documento-, es importante que nos centremos en las adolescentes e ir más allá de la sensibilización para llegar a la inversión y apoyar a este grupo esencial que dará forma al presente y al futuro.

“Sin embargo, demasiadas niñas en demasiados países se ven limitadas solo por su género. Las niñas cuyas madres también se vieron privadas de educación, que viven en comunidades pobres o tienen una discapacidad se enfrentan a obstáculos aún mayores si cabe. Entre aquellas que logran ir a la escuela, muchas sufren discriminaciones y violencia”, anota Ban Ki-moon en su mensaje conmemorativo.

El Secretario general de la ONU justificó su iniciativa mundial «La educación ante todo» como una forma de acelerar los avances en la escolarización de todos los niños, especialmente de las niñas: “No nos basta con enseñar a leer y a contar; nuestro objetivo es forjar ciudadanos del mundo que puedan hacer frente a los complejos desafíos que plantea el siglo XXI”, puntualiza.

La ONU en sus documentos también enfatiza en su campaña para terminar con el matrimonio infantil y asegurarse de que las mujeres y las niñas están protegidas de daños, que cuentan el apoyo de familiares y amigos y que son capaces de actuar en su propio interés.

Las Naciones Unidas, en su llamado para empoderar a las adolescentes, anota que la sociedad civil y las instituciones públicas y privadas también pueden promoverlo a través de:

         La inversión en las adolescentes para dotarlas de aptitudes, darles confianza y ofrecerles opciones de vida: a través de la familia, las escuelas, la enseñanza, la formación técnica profesional, la salud y los sistemas de apoyo social y económico;

         La garantía del acceso a la infraestructura, los servicios y la tecnología, junto con un cumplimiento eficaz de las necesidades de seguridad, conectividad y movilidad;

         La facilitación de la participación de las adolescentes en la vida cívica, económica y política;

         El trabajo constante para hacer de la violencia contra las niñas y las mujeres un hecho visible e inaceptable en los sectores privados y públicos;

         El fortalecimiento de los datos relativos al empoderamiento y a la violencia contra las adolescentes.

que viven las mujeres.

“Empoderar a las niñas, garantizar que se respetan sus derechos humanos y combatir la discriminación y la violencia a la que se enfrentan resulta fundamental para que toda la humanidad progrese. Una de las mejores formas de alcanzar estos objetivos consiste en proporcionar a las niñas la educación que se merecen”, apunta Ban Ki-moon, secretario general de la Organización Naciones Unidas (ONU).

El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 66/170  en la que declaraba el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, con el objetivo de reconocer los derechos de las niñas y los problemas excepcionales que confrontan en todo el mundo, entre ellos discriminación y violencia.

El tema del Día Internacional 2014, «Empoderar a las adolescentes: poner fin al ciclo de la violencia», se eligió en reconocimiento de la importancia de invertir en las niñas durante la adolescencia para prevenir y eliminar las distintas formas de violencia que experimentan, apunta la ONU en su soporte del tema del 2014.

Para llevar estos esfuerzos a un nivel superior –prosigue el documento-, es importante que nos centremos en las adolescentes e ir más allá de la sensibilización para llegar a la inversión y apoyar a este grupo esencial que dará forma al presente y al futuro.

“Sin embargo, demasiadas niñas en demasiados países se ven limitadas solo por su género. Las niñas cuyas madres también se vieron privadas de educación, que viven en comunidades pobres o tienen una discapacidad se enfrentan a obstáculos aún mayores si cabe. Entre aquellas que logran ir a la escuela, muchas sufren discriminaciones y violencia”, anota Ban Ki-moon en su mensaje conmemorativo.

El Secretario general de la ONU justificó su iniciativa mundial «La educación ante todo» como una forma de acelerar los avances en la escolarización de todos los niños, especialmente de las niñas: “No nos basta con enseñar a leer y a contar; nuestro objetivo es forjar ciudadanos del mundo que puedan hacer frente a los complejos desafíos que plantea el siglo XXI”, puntualiza.

La ONU en sus documentos también enfatiza en su campaña para terminar con el matrimonio infantil y asegurarse de que las mujeres y las niñas están protegidas de daños, que cuentan el apoyo de familiares y amigos y que son capaces de actuar en su propio interés.

Las Naciones Unidas, en su llamado para empoderar a las adolescentes, anota que la sociedad civil y las instituciones públicas y privadas también pueden promoverlo a través de:

         La inversión en las adolescentes para dotarlas de aptitudes, darles confianza y ofrecerles opciones de vida: a través de la familia, las escuelas, la enseñanza, la formación técnica profesional, la salud y los sistemas de apoyo social y económico;

         La garantía del acceso a la infraestructura, los servicios y la tecnología, junto con un cumplimiento eficaz de las necesidades de seguridad, conectividad y movilidad;

         La facilitación de la participación de las adolescentes en la vida cívica, económica y política;

         El trabajo constante para hacer de la violencia contra las niñas y las mujeres un hecho visible e inaceptable en los sectores privados y públicos;

         El fortalecimiento de los datos relativos al empoderamiento y a la violencia contra las adolescentes.

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