Para el Premio al Decano 2014, el artista plástico Salvador Cruzado Romero, uno de los graves problemas que atraviesa el país es la “nefasta” influencia de la televisión, la computadora y los medios de “confusión, que no de comunicación”. Éstos desvirtúan las posibilidades de muchísimas personas que tienen talento y sensibilidad para abocarse a las bellas artes.

         A este panorama, añadió que quienes son sensibles o hábiles artísticamente, tampoco tienen a su alrededor a alguien que les oriente, a pesar de que es interesante ver la evolución que puede tener una persona, con buena dirección.

         “Esto es un grave problema y la juventud es la que tiene que responder, porque el día de mañana quién sabe qué vaya a pasar “, remarcó.

         Salvador Cruzado se describió a sí mismo: “Supuestamente soy pintor, llevo más de 45 años pintando y apenas estoy empezando a saber qué es. Esto es muy serio, es cosa de nunca acabar. Ahora estoy brincando de la expresión gráfica (pintura, monotipos, collage) a esculturas. Ahora que mi capacidad física va aminorando, es cuando necesito trabajar con figuras grandes y echarle mucho músculo, pero poco a poco, esto es interminable”.

         Relató que tuvo maestros impresionantes en México, pero les agradeció 40 años después, cuando entendió qué le habían enseñado: sólo indicativos que jamás coartaron nada. “Por eso soy un privilegiado, hago lo que quiero, lo que me gusta, qué más puedo pedirle a la vida”.

         Para él, es un privilegio estar en la UV, donde encontró facilidades para desarrollar las bellas artes, “esto hay que aprovecharlo”.

         El Premio al Decano, que recibió el 15 de mayo, lo tomó como un resultado natural de su entrega, porque “el trabajo reditúa en la realización”. Pero ésta debe partir, primeramente, de uno mismo. “Yo me levanto muy temprano, a las ocho ya estoy trabajando en el taller y lo disfruto mucho”.

         En la ceremonia de entrega del premio, la reseña de Salvador Cruzado Romero fue leída por el director del Área Académica de Artes de la UV, Miguel Flores Covarrubias, quien mencionó que el condecorado tiene 52 años de experiencia y participación en la plástica mexicana; desde hace 33 se incorporó como investigador al Instituto de Artes Plásticas, y hace 15 como profesor en la Facultad de Artes, ambos de la UV.

Además, su obra ingresó en 1989 a la Sala Permanente del Museo de Arte Moderno de México; asimismo, su creación se encuentra en colecciones particulares en Estados Unidos, Alemania, Rusia, España, Japón y Suecia.

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