La Unión Europea quiere involucrar a los parados y a los jóvenes en proyectos de ciencia ciudadana, junto al resto de la población. De esta forma se podrá aprovechar en procesos de investigación el potencial de cálculo que representa la infraestructura cada vez mayor de ordenadores y dispositivos móviles, continuamente interconectados entre sí. Las propias personas pueden formar parte de esta red, donde en vez de ordenadores se tienen en cuenta sus cerebros. Incluso podría quedar constancia de esta colaboración con la ciencia en el currículum del ciudadano, especialmente de los desempleados.

Esta cuestión es una de las peticiones que se incluyen en el proyecto europeo SOCIETIC, que va a ser coordinado por el Instituto de Investigación de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza durante los dos próximos años y en el que van a participar seis centros de investigación, innovación y empresas de Austria, Brasil, Portugal y España.

El objetivo es sentar las bases de este nuevo paradigma de investigación, como es la e-ciencia, en un libro blanco con recomendaciones para la UE sobre cómo involucrar a la sociedad en la investigación a través de las nuevas tecnologías. La UE ha creado una nueva unidad para la integración del ciudadano en los procesos de ciencia y de innovación en el nuevo Horizonte 2020, en el que el Libro Blanco del proyecto SOCIETIC servirá para fijar las características de futuros proyectos de este ámbito.
 
El BIFI ha sido designado como centro coordinador gracias a su amplia experiencia en el desarrollo de la ciencia ciudadana gracias a Ibercivis, una plataforma de computación voluntaria que se puso en marcha en el año 2008, con investigaciones sobre fármacos contra el cáncer o fusión nuclear con más de 30.000 personas conectadas. Recientemente se ha constituido como Fundación Ibercivis, entidad privada sin ánimo de lucro, creada para dinamizar la labor de colaboración con la investigación ciudadana y realizar actividades de divulgación y formación.
 
 Por un lado, al tener miles de ordenadores y móviles de personas voluntarias se tiene una capacidad de captación y procesado de datos de gran valor para la ciencia. Sin embargo, para Fermín Serrano, director de la Fundación Ibercivis, lo más importante es encauzar el saber hacer y la materia gris de todos los individuos y grupos sociales interconectados a escala global, que constituyen un gran cerebro virtual con un nuevo conocimiento colectivo.
 
El proyecto europeo SOCIETIC, que comenzó el 1 de octubre, cuenta con una financiación del VII Programa Marco, de 700.000 euros, de los que 300.000 euros han recaído en dos centros de investigación aragoneses: el BIFI, como coordinador, y el Cluster de Empresas TIC, Electrónica y Telecomunicaciones de Aragón, TECNARA, que es otro de los cinco socios europeos. Este presupuesto concedido a las dos entidades aragonesas para los dos próximos años servirá para impulsar la innovación tecnológica y social en la región.

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