La guerra Rusia-Ucrania dificultará más que los europeos puedan calentar sus casas de forma adecuada

Sandra Isabel Jiménez Mateos *

Uno de los efectos inmediatos que está teniendo la guerra entre Rusia y Ucrania, es el encarecimiento de los combustible, al grado de que el precio del petróleo ya llegó a rebasar el precio de los 100 dólares por barril, mientras que el miércoles 2 de marzo, el precio del gas estuvo muy cerca de los 200 euros el megavatio hora, un monto 10 veces superior al que tenía un año antes.

Este incremento en parte obedece a que los compradores naturales de los energéticos rusos dejaron de adquirirlos, creando una sobre oferta para los otros países que abastecen los mismos.

Como muestra de la actitud que están teniendo las empresas energéticas de Europa, está la declaración de la portuguesa Galp, la cual en un comunicado apunta que “no contribuiremos a financiar la guerra”.

El aumento en el precio de los energéticos,  tiene un efecto multiplicador en la economía de los países, porque al encarecerse estos, prácticamente sube de precio todo, comenzando por la gasolina o por la energía eléctrica, en el caso de la Unión Europea.

 Según una encuesta de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea (UE), en 2020, con los precios de los energéticos de ese entonces, el 8.2% de los habitantes del viejo continente tenía problemas para calentar sus hogares de forma adecuada (se puede consultar en https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/view/sdg_07_60/default/table ).

Y eso fue mucho antes de la crisis energética del año pasado, cuando los precios de la energía eléctrica se elevaron sustancialmente.

El uso de los energéticos en Europa, para darle calor a las casas, es necesario por las temperaturas bajo cero que se alcanzan en todo el continente, sobre todo en invierno.

Esa encuesta anota que el 8,2% de la población de la Unión Europea aseguró en 2020 que no podía permitirse calentar su hogar de forma adecuada.

El problema se recrudecía entonces en Albania, un pequeño país ubicado en el sureste de la península balcánica europea, donde el 35.8% de la población dijo carecer de los medios para calentar su casa de manera adecuada.

Después le seguía Bulgaria, donde más de la cuarta parte de la población (27,5%) dijo no poder calentar su hogar de manera adecuada. En Lituania era el 23.1%.

España se encontraba entre los 10 países con mayor porcentaje de población con dificultades para calentar su hogar, con el 10.9% que dijo estar en esas condiciones, por encima de la media de la encuesta.

En contraste, la tasa más baja entre los países de la UE de los que hay información, se registró en Suiza, con apenas el 0.2% de la población que dijo estar en estas condiciones.

En Noruega, el porcentaje fue de 0.8% y en Austria llegó al 1.5%.

Estos porcentajes, definitivamente se verán alterados, sobre todo si la guerra escala más allá de las fronteras de Ucrania o si se prolonga.

* Investigadora académica del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), de la Universidad Veracruzana