El gobierno de Brasil suspendió la aplicación del Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa, firmado en 2008 y que debería entrar en vigencia el próximo 31 de diciembre, hasta enero de 2016, según publica la edición de este viernes del Diario Oficial.

     El decreto fue redactado por el ministerio de Relaciones Exteriores y firmado por la presidenta Dilma Rousseff.

     La decisión fue tomada a partir de la iniciativa de un grupo de senadores, que en noviembre defendieron la suspensión, con el argumento de que Portugal tendría otros tres años de plazo para la aplicación total del acuerdo.

     Los parlamentarios criticaron también la falta de debate en torno del tema, que dificulta la adhesión de los brasileños a las nuevas reglas.

     El acuerdo pretende instituir una ortografía unificada oficial para la lengua portuguesa, con el objetivo de poner fin a la existencia de dos normas ortográficas oficiales divergentes, una de Brasil y otra de los restantes países de lengua portuguesa, contribuyendo a aumentar el prestigio internacional del portugués.

     Según el ministerio de Educación, Brasil es el país que más avanzó en la implantación del acuerdo entre los ochos países que firmaron el documento, pero también apoya la idea de ajustar el cronograma brasileño al de los otros países.

     Poco después de la ratificación del acuerdo por Brasil, el ministerio comenzó a incluir en los editales de compra de libros y diccionarios para las escuelas, la exigencia de que los materiales ya estén adaptados a las nuevas reglas de ortografía.

     El Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa fue firmado en 1990 y ratificado en 2008, con el objetivo de crear una ortografía unificada del portugués, a ser usada por todos los países que tienen ese idioma como lengua oficial.

     Incluye, además de Brasil y Portugal, a Angola, Mozambique, Cabo Verde, Guinea Bissau, Sao Tomé e Príncipe, y Timor Oriental.

Los comentarios están cerrados.