Y el momento llegó, después de poco más de 10 años.

Rosetta mandó a su sonda Philae y esta logró aterrizar en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, sobre las 17:04 horas del tiempo universal, las 11:04 hora central de Estados Unidos o de México, según confirmó la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), encargada del programa.

La nave Rosetta partió de la Tierra el 2 de marzo de 2004 y desde un principio se programó su encuentro con el cometa para éste día.

Al hacerse el anuncio se dio un grito de alegría entre los trabajadores del Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt (Alemania), que esperaban la señal de Philae, tanto cuando se separó de Rosetta como cuando llegó finalmente al cometa.

El aterrizaje fue confirmado con la recepción de señales de telemetría que indicaron que se había tocado la superficie y que los arpones de anclaje fueron lanzados y funcionaron correctamente.

Sin embargo el aterrizaje sobre el 67 P/C (que está a 505,9 millones de kilómetros de nuestro planeta )no fue todo lo terso que se esperaba pues hubo problemas antes de que Philae se pudiese separar de su nave nodriza, Rosetta; durante la noche del martes 11 de noviembre, cuando se hacían los últimos chequeos para el descenso se descubrió que el sistema de descenso activo, que debía proporcionar un ligero impulso a la sonda para evitar un rebote en hacer contacto con el cometa, no se podía activar, de acuerdo con un comunicado previo emitido por la ESA.

\’El propulsor de gas frío en la parte superior del módulo de aterrizaje no parece estar funcionando, así que tendremos que confiar plenamente en los arpones que se aferrarán a la superficie\’ de 67P, explicaba uno de los responsables de la misión, Stephan Ulamec. \’Vamos a necesitar un poco de suerte, que no haya una roca o una pendiente pronunciada en el lugar de aterrizaje\’, aventuró.

Así, la sonda Philae se separó con éxito de la nave Rosetta sobre las 8:35 de la hora universal y la confirmación se dio a las 9:03 de la misma medición de hora, iniciando su viaje de siete horas para cubrir los 22 kilómetros hasta la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Su velocidad en el descenso fue de unos 18 centímetros por segundo, aunque la velocidad fue aumentando hasta el metro por segundo a lo largo del recorrido.

La primera señal de Philae a la Tierra se prpdujo unas dos horas después de que se separó de la nave Rosetta y comenzó su descenso. Las comunicaciones se realizan a través de Rosetta, ya que la sonda no puede enviar sus datos directamente al planeta. Philae irá retransmitiendo un informe sobre su estado, así como los primeros datos científicos, entre los que se encuentran imágenes de su particular viaje.

Matt Taylor, científico del proyecto, explicó que los últimos análisis hechos a la zona de aterrizaje indican que es un poco más caliente de lo que se pensaba inicialmente. \’Estamos analizando los datos de varios instrumentos; se trata de un material de superficie más polvorienta a medio camino entre la nieve dura y la ceniza de cigarrillo; hay variaciones, pero estamos viendo esto a través del sitio de aterrizaje previsto\’, explica.

 Imagen: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA

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