Un análisis demográfico global publicado en la revista Nature sugiere que existe un límite máximo natural para la vida humana, fijado en unos 125 años, que difícilmente podrá ser superado.
La idea de que la vida humana se pueda prolongar indefinidamente, quedó de lado.
La esperanza de vida de la especie humana se ha incrementado de manera regular en la mayoría de países durante 150 años, si bien ese progreso se estancó alrededor de la década de 1980, lo que ha llevado a los investigadores a explorar la posibilidad de establecer una frontera de edad infranqueable.