La lección de anatomía del Dr. Willem van der Meer, Michael Jansz van Mierevelt, 1917- Museum Het Prinsenhof, Holanda

La lección de anatomía del Dr. Willem van der Meer, Michael Jansz van Mierevelt, 1917- Museum Het Prinsenhof, Holanda


Con fines de investigación docente, ahora una persona tendrá la libertad de elegir el destino de su cuerpo al morir y es el de donarlo a la ciencia. Esto es posible con el Programa de Donación de Cuerpos que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) creó este año y que al momento lleva alrededor de 50 donadores registrados en su lista.

“A lo sonoro llega la muerte, como un zapato sin pie, como un traje sin hombre, llega a golpear como un anillo sin piedra y sin dedo, llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta”, proclamó Pablo Neruda en su poema «Solo la muerte».

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Desde el oriente hasta el occidente y a través de los siglos en los que se tiene registro de la existencia humana, el tema de la muerte ocupa y preocupa a propios y extraños. Cada religión responde de acuerdo con sus propios preceptos: reencarnación, el Nirvana, cielo o infierno; asimismo, la ciencia hace lo suyo.

Lo que suceda después de la muerte sigue en discusión, lo que no está en tela de juicio es lo que pasa con el cuerpo al morir: “Polvo eres y en polvo te convertirás”, dice el  Génesis 3:19. Biológicamente esta cita se explica por los 60 elementos químicos aproximados de los que se compone el cuerpo humano, siendo el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre (Chonps) los bioelementos principales que lo constituyen.

Algunos donadores

Algunos donadores.

Para algunas personas, la sepultura o cremación ya no es una opción para sus cuerpos una vez que la muerte los alcance, entonces ¿qué pasará con el cuerpo cuando muera? Ahora hay una nueva opción, se trata de la donación.

El Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) reporta alrededor de cinco mil 496 trasplantes durante el 2016 hasta el momento, entre los que se destacan córnea, riñón, hígado, corazón, páncreas y pulmón, lo que coloca al país en el lugar número 42 de 84 países que tienen este programa en funcionamiento.

De acuerdo con este organismo, el acto de donación implica dar un órgano, tejido o células de sí mismo para otra persona que lo necesita con el objetivo de mejorar su salud. Se trata de un proceso en el que se involucran aspectos médicos, sociales, psicológicos, éticos y legales.

En este sentido y con fines de investigación docente, ahora una persona tendrá la libertad de elegir el destino de su cuerpo al morir y es el de donarlo a la ciencia. Esto es posible con el Programa de Donación de Cuerpos que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) creó este año y que al momento lleva alrededor de 50 donadores registrados en su lista.

Fomentar la calidad de atención médica

El Programa de Donación de Cuerpos se conforma por un grupo especializado de académicos que tienen el compromiso de impulsar, desarrollar y generar conocimientos en materia de ciencias médicas y forenses, por lo que aseguran un trato ético de los cuerpos, siguiendo las normas establecidas por la ley y respaldados por la Facultad de Medicina de la UNAM; a nivel nacional es el primero en su tipo y tercero en América Latina.

De acuerdo con las declaraciones del jefe del Departamento de Anfiteatro de la Facultad de Medicina de la UNAM, Diego Pineda Martínez, los cuerpos que tienen actualmente están a manera de préstamo, cuya duración es de un año y siete días, “para todos aquellos que hacen investigación, se darán cuenta que este tiempo es muy poco para los objetivos finales, ya que hay protocolos que duran hasta cuatro años, por lo que las indagaciones de los especialistas se ven limitadas”.

Con este programa se busca eliminar dicha limitante, lo que fomentará el desarrollo de las habilidades psicomotrices de los médicos al momento de una cirugía.

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Sin dar cifras oficiales en México, el especialista declaró que existen datos de muertes en hospitales por errores médicos que pueden ser evitados a través de la práctica, “esta problemática es menos compleja de lo que parece, pero es necesario dar soluciones como equipar a las facultades e institutos con tecnología de vanguardia, modificar técnicas de preservación que permitan realizar cirugías de mínima invasión y que son reconocidas a nivel mundial”, por lo que compartió que tener disponibilidad de cadáveres permite tener una realidad muy importante de lo que enfrentarán al estar con personas reales.

La donación como un acto de altruismo

“Tarde o temprano apareceré ante ti con la mayor cordialidad. Tomaré tu alma en mis manos, un color se posará sobre mi hombro y te llevaré conmigo con suma delicadeza” (La ladrona de libros).

El doctor Pineda Martínez declaró también que actualmente tienen líneas de investigación prometedoras para el país que tratan temas como variantes anatómicas en población mexicana y la identificación humana basada en características de la población mexicana, “la identificación humana es un problema nacional y tener referencias sobre nuestra propia población nos dejará muchísimo en la investigación”.

Las soluciones planteadas por la facultad a través del especialista, se ven amenazadas principalmente por la falta de cuerpos para investigación y docencia, ya que se tienen registrados más de 12 mil residentes que en sus prácticas prequirúrgicas carecen de cadáveres para su adiestramiento, por lo que buscan llegar a las cifras que actualmente manejan Estados Unidos y España, países más desarrollados en el tema de donación de cuerpos.

En México, el Servicio Médico Forense (Semefo) indica que por ley se tiene un periodo de 72 horas para reclamar un cadáver, pasado este tiempo son trasladados a una fosa común. Pese a esta normatividad, los cadáveres llegan a permanecer en cámaras de refrigeración hasta cuatro semanas con el fin de que los familiares localicen su paradero, pero algunos cuantos que no son reclamados son enviados a las facultades para su estudio.

“Todos los cuerpos que llegan con nosotros es gente desconocida que no decidió llegar con nosotros, por lo que estamos en busca de estos principios bioéticos”, declaró Pineda Martínez, aseverando que uno de estos importantes principios es el de la autonomía en el que la persona decide qué hacer con su cuerpo y que en el futuro todos los cadáveres que resguarden sean de personas que decidieron dar su cuerpo al estudio como un acto altruista.

“Es gracias a la generosidad de los donantes que miles de estudiantes de ciencias de la salud, así como cirujanos e investigadores del ejercicio médico, pueden practicar nuevas técnicas médicas o quirúrgicas sin riesgo para ningún paciente”, declaró el subsecretario de Salud de la Ciudad de México, Román Rosales Avilés, y aseguró que la finalidad de esta decisión es fomentar la calidad de atención médica en beneficio de millones de mexicanos.

Este programa resalta de manera enfática que el cuerpo del fallecido siempre será tratado con respeto y dignidad, además de garantizar el anonimato de las personas donantes, tanto antes como después del fallecimiento, y destaca que es importante que la decisión del donante conlleve la responsabilidad de comunicar con tiempo su determinación y solicitar la colaboración de sus familiares y allegados, así como a las unidades médicas en caso de hospitalización.

Desde la perspectiva legal

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Dr. Raúl Contreras Bustamante.

“El desarrollo y conquista de los grandes logros de la medicina se deben, en gran medida, al conocimiento que ha impulsado la generosidad de algunas personas que han decidido donar sus restos mortales en aras del perfeccionamiento, la investigación y la divulgación de la ciencia médica”, declaró el director de la Facultad de Derecho de la máxima casa de estudios, Raúl Contreras Bustamante, quien explicó que la práctica de donación de cuerpos está legalmente permitida y normada.

La Ley General de Salud es la encargada de reglamentar esta materia, ya que en su título décimo cuarto se despliegan las directrices a seguir para la disposición de órganos, tejidos y cadáveres, por lo que la regulación de este tema queda a cargo de la Secretaría de Salud.

De acuerdo con Contreras Bustamante, el punto de partida para la donación y disposición de cuerpos es la comprobación de la pérdida de la vida, la cual ocurre, en términos legales, cuando se presenta la muerte encefálica o paro cardiaco irreversible, descartando que dichos signos sean producto de intoxicación aguda por narcóticos, sedantes, barbitúricos o sustancias neurotrópicas.

La donación en materia de cadáveres reconoce a lo largo del capítulo dos de la Ley General de Salud la disposición que toda persona tiene por la autonomía para donar su cuerpo de manera total o parcial, por lo que con este capítulo se justifica de manera jurídica el tema.

La utilización de cadáveres con fines de docencia e investigación se encuentra específicamente contemplada en los artículos 350 bis 3 y 350 bis 4, por lo que la práctica de donación de cuerpos se encuentra regulada por la Ley General de Salud, así como su reglamento.

“Sabemos que es un programa difícil porque no solamente tiene implicaciones legales sino culturales, ya que a pesar de la clara manifestación de la persona que desea donar, la familia influye mucho en las decisiones posteriores”, mencionó Contreras Bustamante.

 ¿Qué hago si quiero ser donador?
1. Prerregistro vía telefónica o página web.
2. Entrevista personal.
3. Entrega de documentos y registro oficial.
Más información aquí.

Fomentar una cultura como la de la donación es aportar con solidaridad para dar vida a otras personas, no solo en la donación de órganos sino también en aquella que busca la transmisión y perfeccionamiento de la ciencia médica a través de la investigación.

El subsecretario declaró que impulsarán y apoyarán el Programa de Donación de Cuerpos con fines de docencia e investigación, así como colaborar en la actualización de los documentos normativos que sean necesarios para su implementación.

Donación de órganos vs. donación de cuerpos

Los temas hablan de programas completamente diferentes; sin embargo, no están peleados. De acuerdo con Pineda Martínez, “nosotros apoyamos completamente la donación de órganos y a pesar de que son programas diferentes, estamos unidos y tenemos un mismo fin”.

Ruben Argüero Sánchez, quien se encargó de realizar el primer trasplante de corazón en América Latina en 1988, declaró que considera este programa como un gran paso para dejar atrás las limitantes de pensamiento que impiden la donación de órganos y de cuerpo, el fin es el avance y mejorar la calidad de vida de las personas.

Las limitantes en la educación, información insuficiente e incertidumbre religiosa son factores que Argüero Sánchez resalta como medios principales para no donar, “pero la confianza que las autoridades brinden en este sentido a los familiares permitirá decir: mi padre, mi madre, mis abuelos fueron los primeros donadores”.

Asimismo mencionó que es conocido que todas las referencias anatómicas y fisiológicas en los libros hacen referencia a poblaciones europeas o estadounidenses y es escasa la información que hay de la población mexicana, por lo que se abre un amplio panorama para la investigación mexicana a través de esta información.

Sepultura, cremación o donación

“A veces llego demasiado pronto, me adelanto. Y hay gente que se aferra a la vida más de lo esperado” (La ladrona de libros).

La decisión sobre qué hacer con el cuerpo después de morir no es sencilla y para muchos donadores y sus familias ha sido una decisión difícil de aceptar, el doctor Argüero Sánchez mencionó que hay quienes se preocupan por lo que significará el costo de un funeral o quienes ven difícil no llevar a cabo la tradición que involucra las ceremonias de velación, entierro o cremación del familiar fallecido.

Actualmente, hay registrados 50 donadores oficiales desde la fundación del programa, y la mayoría coincide en que esta decisión permitirá el avance de la ciencia y la medicina gracias a sus cuerpos, como es el caso de Teresa Gil Olivares, que a sus 71 años ya es una de las donadoras oficiales que tiene el programa: “Me siento muy contenta con la decisión que tomé, siento que voy a servir más allá de la muerte”, afirmó.

Para Teresa Gil es inconcebible pensar que su cuerpo termine estático en una loza fría, sino que a través de esta donación podrá proporcionar conocimiento, y hasta el momento el apoyo de su familia ha sido incondicional a pesar de las dudas que a veces puedan tener respecto a su decisión.

Dr. Diego Pineda Martinez

Dr. Diego Pineda Martínez.

“En vida uno trata de ser útil, pero si no llegué a serlo me gustaría que con mi muerte proporcione lo que no pude en estos años”. Con emoción en su semblante, mencionó que se siente universitaria e importante y que no teme ni le interesa saber qué harán con su cuerpo mientras funcione para el estudio de nuevas investigaciones, e incitó a la gente para que acepte voluntariamente a ser también donador de su cuerpo.

«¿Por qué esperar a que te lleven flores a una tumba? Yo le digo a mis hijos que me den ahorita en vida un chocolate, un beso, una flor para que la pueda oler. Llórenme ahorita para poder secar sus lágrimas, pero no le lloren a una piedra ni tampoco le lleven flores porque ni los veré ni los podré oír”, dijo Teresa Gil.

Para los especialistas, donar tu cuerpo es básicamente el último apoyo de autonomía, ya que una vez muerto significa una cesión automática de la voluntad, pero al decidirse ser donador se puede tener la certeza de que el cuerpo será utilizado en beneficio de la humanidad.

Markus Zusak escribió La ladrona de libros, en esas líneas se tiene la posibilidad de ver e imaginar que la «narradora» de esta historia no es como la pintan: “No llevo ni hoz ni guadaña. Solo cuando hace frío visto un hábito negro con capucha… ¿Quieres saber qué aspecto tengo en realidad? Te ayudaré. Ve a buscar un espejo mientras sigo”.

Para quienes toman esta decisión de la donación, enfrentar la muerte no es algo que les preocupe ya que saben que su misión en esta vida va más allá de ella.

Así como doña Teresa Gil, los 49 donadores restantes invitan a hombres y mujeres de todas las edades a tomar esta noble y valiente resolución, que a veces entre indecisiones y ciertos temores piensan que podría ser mal utilizado el cuerpo que en determinado momento les permitió vivir y que conocen de forma tan íntima.

“Última nota de la narradora: Los humanos me acechan” (La ladrona de libros).

Génesis Gatica Porcayo

Ciudad de México (Agencia Informativa Conacyt)

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