Niña jugando con un zorro domesticado- Darya Shepeleva, Instituto Ruso de Citología y Genética en Novosibirsk

Niña jugando con un zorro domesticado- Darya Shepeleva, Instituto Ruso de Citología y Genética en Novosibirsk


Cerca de 60 años han dedicado los científicos a estudiar el zorro y tratar de domesticarlo. Durante este experimento a largo plazo, el Instituto Ruso de Citología y Genética ha seleccionado grupos de zorros para recrear el proceso de domesticación como el que ocurrió de los lobos a los perros modernos. Ahora se ha secuenciado por primera vez su genoma y se han detectado 103 regiones responsables de su comportamiento dócil o agresivo.

A partir de la década de 1960, un programa para experimentar con zorros rojos o comunes (Vulpes vulpes) criados en granjas permitió establecer una grupo dócil para ser domesticado e interaccionar con los humanos, y otro agresivo. Una tercera población no presentaba ningún comportamiento en particular. A diferencia de los perros, los zorros en cautiverio generalmente muestran miedo o son agresivos con los humanos.

Estas tres poblaciones han brindado una oportunidad única para determinar la base genética del comportamiento domesticado y agresivo esta raza.

El programa para experimentar con zorros seleccionó un grupo dócil y otro agresivo

«En un trabajo anterior, tratamos de identificar regiones del genoma del zorro responsables del comportamiento doméstico y agresivo, pero estos estudios requerían un genoma de referencia y todo lo que podíamos usar era el genoma del perro. Para nosotros, el genoma del zorro proporciona un recurso mucho mejor para el análisis genético de la conducta», dice Anna Kukekova, profesora del departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Illinois (EE UU) y autora principal de un nuevo estudio que publica la revista Nature Ecology & Evolution.

Después de secuenciar y ensamblar el genoma del zorro, el equipo recurrió a los famosos zorros rusos domesticados para buscar regiones genéticas que diferenciaran a las poblaciones domesticadas, agresivas y convencionales. Kukekova comenzó a estudiar a estos famosos zorros rusos en 2002.

«Hemos estado esperando esta herramienta durante mucho, mucho tiempo», afirma la investigadora. Los científicos secuenciaron los genomas de 10 individuos de cada población, luego los compararon con el genoma completo del zorro y entre sí. Los resultados revelan que las tres poblaciones difieren en 103 regiones genómicas, algunas de las cuales resultan ser responsables de los comportamientos dóciles y agresivos.

Zorro ruso domesticado /  Amy Basset and JAB Canid Education and Conservation Center

Zorro ruso domesticado / Amy Basset and JAB Canid Education and Conservation Center

 

«Encontrar regiones genómicas a tal resolución iba más allá de cualquier expectativa con herramientas anteriores. Ahora, por primera vez, no solo podíamos identificar parte de un cromosoma que hace que los zorros sean más dóciles o agresivos, sino que éramos capaces de identificar a los genes específicos responsables», añade.

Identificaron regiones genómicas implicadas en la domesticación en perros y una región asociada con el síndrome de Williams-Beuren en humanos

El equipo comparó las 103 regiones genómicas con las de otros mamíferos secuenciados y encontró algunas similitudes. Por ejemplo, un buen candidato para el comportamiento doméstico es el gen SorCS1, que regula las proteínas involucradas en la comunicación entre las neuronas.

Además, identificaron coincidencias entre regiones genómicas implicadas en la domesticación en perros y una región asociada con el síndrome de Williams-Beuren en humanos. Este trastorno genético se caracteriza por un comportamiento extremadamente extrovertido y amistoso.

«Por extraño que parezca, encontramos la región de Williams-Beuren en los zorros agresivos, no en los domesticados. Pensamos que sería todo lo contrario», dice Kukekova.

Para los investigadores, el zorro rojo proporciona un modelo robusto para comprender la base genética del comportamiento social, una cuestión fundamental en biología evolutiva y genética humana.

Referencia bibliográfica:

Anna Kukekova et al. «Red fox genome assembly identifies genomic regions associated with tame and aggressive behaviours». Nature Ecology & Evolution, agosto de 2018.

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