Científicos descubrieron células «fantasmas» que promueven la resistencia del cáncer a las terapias, en un paso importante hacia el tratamiento de las causas más que de los síntomas, según explicó hoy uno de ellos.
«Hay enfermedades que llamamos crónicas porque atacamos los síntomas, pero no podemos curarlas», dijo a Efe Carlos Cordón Cardo, quien condujo la investigación junto con su compatriota español Josep Domingo Domenech en el Hospital Mount Sinai de Nueva York.
«En los últimos años se han hecho grandes esfuerzos para entender los mecanismos biológicos y las alteraciones genéticas en el cáncer, y hemos podido brindar a los pacientes mejores tratamientos y períodos de vida más extensos con la esperanza de curarlos», añadió Cordón.
Pero «la resistencia a la quimioterapia es un fenómeno frecuente y devastador cuando reaparecen las colonias de células cancerosas», agregó. Los detalles de la investigación se publican en la revista Cancer Cell.
«Nosotros trabajamos inicialmente en cáncer de próstata, pero en todos los tumores encontramos este mismo tipo de células», agregó Cordón, quien las describió como «una subpoblación de células parecidas a las células madre embrionarias, sin marcador, fantasmas que pasan desapercibidos».
«Son células que tienen una resistencia innata extraordinaria, altamente ricas en sistemas de detoxificación y transporte: los compuestos de terapia que entran (en esas células) son rápidamente excretados», añadió el investigador, graduado en 1980 de la Universidad Autónoma de Barcelona.
«Estas células están en todos los tejidos y si no las extraemos en el acto quirúrgico o la radioterapia no quema sus cuarteles generales, es posible que ellas sean responsables de la resistencia que se desarrolla a la quimioterapia», explicó.
Cordón añadió que un paso importante en esta investigación es que se han hecho pruebas «no solo con ratones, sino con tejido humano, y encontramos que esas células existen en todos los tumores primarios y los metastásicos».
«Éste bien podría ser el talón de Aquiles del cáncer», agregó. «Lo más notable es que ya existen en el mercado dos fármacos que, por separado, atacan las vías de señalización y podrían acabar con estas células».
El estudio científico es la culminación de seis años de investigación básica y la revisión durante cuatro meses de los resultados por un equipo internacional de expertos.
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