Por siglos la sociedad ha estado fascinada por la idea del envejecimiento, la muerte y la inmortalidad, y ahora, investigadores de la Universidad de Kiel, Alemania, han logrado descubrir por qué la hidra, un pequeño microrganismo acuático, no sufre envejecimiento, al punto que se le considera inmortal.
Este descubrimiento inesperado está ligado al proceso de envejecimiento de los humanos y es detallado en la publicación de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El objeto del estudio, la hidra, es una especie muy interesante ya que no muestra signos de envejecimiento y potencialmente es inmortal, además, aunque podría pasar como un vegetal por sus características reproductivas, es un pequeñísimo animal. Sin embargo existe una explicación biológica simple para su aparente inmortalidad, y es que estos animales se reproducen exclusivamente por gemación en lugar de apareamiento, un proceso exclusivo de las plantas que consiste en generar pequeño pólipos que al madurar se desprenden del organismo, y cada uno contiene células madre capaces de continuar la proliferación. Sin estas células madre los animales no podrían seguirse reproduciendo. A pesar de este tipo de inmortalidad, la hidra ha sido analizada en muchas investigaciones concernientes al proceso de envejecimiento.
Cuando las personas envejecen, más y más de sus células madre pierden la habilidad de proliferar y por lo tanto, de formar nuevas células y regenerar tejidos, lo que es un ejemplo de por qué los músculos se deterioran, como el corazón. Si fuera posible alterar este proceso en los humanos podrían sentirse físicamente mejor por más tiempo.
Estudiar a la hidra, un animal lleno de células madre activas durante su vida, podría ofrecer información valiosa sobre el envejecimiento de las células madre.
“Sorprendentemente, nuestra investigación en busca del gen que permite a la hidra ser inmortal, nos llevó a uno, el FoxO”, dijo Anna-Marei Böhm, estudiante de doctorado y autora principal del estudio. El gen FoxO existe en todos los animales y humanos y es conocido desde hace años, sin embargo, hasta ahora no se sabía por qué las células madre en los humanos disminuyen con la edad ni los mecanismos bioquímicos que están involucrados con el gen FoxO y el papel que juegan en la vejez.
El equipo de investigación de la Kiel examinó el gen FoxO en la hidra y fueron capaces de demostrar que si extirpaban este gen, la hidra sólo conservaba pocas células madre y que su sistema inmune cambiaba drásticamente, cambios que se observan en los adultos mayores.
“Nuestro equipo de investigación demostró por primera vez que existe una relación directa entre el gen FoxO y el envejecimiento. Asimismo, encontramos que el gen mantiene mayor actividad en las personas que llegan a los 100 años, por eso creemos que sí juega un papel importante”, dijo Thomas Bosch del Instituto Zoológico de la Kiel, quien desarrolló los estudios en la hidra. No obstante, la hipótesis no se puede probar en los humanos porque requeriría manipulación genética.
Bosch destaca que los resultados actuales son un gran paso para explicar cómo envejecen los humanos. El siguiente paso será estudiar cómo el gen de la longevidad, FoxO, funciona en la hidra y cómo los factores ambientales lo influencian.
Científicamente, el estudio tiene dos conclusiones: por un lado, confirma que el gen FoxO juega un papel decisivo en el mantenimiento de las células madre, y por otro lado, el estudio demuestra que el envejecimiento y la longevidad depende de dos factores, el mantenimiento de las células madre y el funcionamiento del sistema inmune.
Referencias:
“Solving the mystery of aging: Longevity gene makes Hydra immortal and humans grow older”. Christian-Albrechts-Universitaet zu Kiel.