Desde hace mucho tiempo se ha observado a los roedores que crían a su pequeños en grupo, donde una o varias hembras amamantan a las crías de la manada. En este panorama, los ecólogos creen que este método permite a los recién nacidos desarrollar anticuerpos contra diversas enfermedades, hipótesis que no había sido comprobada hasta ahora.
En el artículo publicado en el journal Mammalian Biology se explica que en un experimento con crías de jerbos de Mongolia, los investigadores observaron que al vacunar a las hembras que los amamantaban contra dos tipos de enfermedades, las crías adquirían esos anticuerpos.
Los descubrimientos no sólo demuestran el potencial del amamantamiento en grupo, sino que ofrece el primer marco para estudios posteriores sobre la forma en que los anticuerpos evolucionan en medios silvestres, dijo el autor principal del artículo, Romain Garnier, investigador de posdoctorado en el Departamento de Ecología y Biología de la Evolución de la Universidad de Princeton.
Garnier condujo la investigación con su colega Sylvain Gandon y Thierry Boulinier del Centro de Ecología Funcional y Evolutiva en Francia, así como con otros investigadores del Centro de Biología y Manejo de Poblaciones, también en Francia.
Los investigadores aplicaron la vacuna contra la influenza a un grupo de jerbos hembra y una de Borrelia burgdorferi (una enfermedad trasmitida por garrapatas y agente de la enfermedad de Lyme) a otro grupo.
Una vez vacunadas, las hembras de cada grupo fueron separadas. En estado salvaje las hembras pueden escoger a las crías que quieran amamantar y de igual forma los pequeños pueden elegir qué hembra quieren que los amamante. En este caso, en el laboratorio de Garnier, los investigadores decidieron colocar a una hembra, un macho y una crían en un solo espacio, para mantener un control de los dos grupos de hembras vacunadas.
Los investigadores comprobaron que los jerbos recién nacidos no tenían ningún tipo de anticuerpos contra la influenza y la B. burgdorferi mediante una serie de análisis de sangre, y al realizar el mismo examen ocho días después de haber iniciado el amamantamiento con hembras vacunadas, los pequeños jerbos ya tenían altos niveles de anticuerpos contra ambas enfermedades. Esta información demuestra que este método de crianza, en el que las hembras amamantan a sus crías y a las de otras hembras, además de servir como una guardería tiene la función de exponer a los recién nacidos a una multitud de anticuerpos, ya que entre más hembras amamanten a una sola cría más información y variedad de anticuerpo podrá adquirir.
Este beneficio ofrece nueva información sobre el peculiar arreglo en los mamíferos cooperativos que los ecólogos han estudiado por varios años, dijeron los autores del artículo. En las especies sociales, las hembras usualmente se organizan en grupos de dominantes y subordinadas, en las que las subordinadas normalmente no pueden tener crías y deben cuidar a las de las hembras dominantes, sin embargo, en muchos casos, a las hembras subordinadas se les permiten reproducirse, Garnier opinó que en este caso, podría deberse a la necesidad de exponer a los pequeños jerbos a nuevos anticuerpos, lo cual nos dice mucho sobre la cooperación de estos grupos y su sobrevivencia.
Referencias:
Romain Garnier, Sylvain Gandon, Yannick Chaval, Nathalie Charbonnel, Thierry Boulinier. “Evidence of cross-transfer of maternal antibodies through allosuckling in a mammal: Potential importance for behavioral ecology”. Mammalian Biology.