Si el origen de las serpientes fue marino o terrestre continúa siendo un misterio. Estos reptiles, junto con algunos tipos de lagartos varanoideos, forman parte del variopinto grupo de los pitonomorfos (Pythonomorpha). Entre ellos se encuentran los mosasaurios, reptiles marinos del Cretácico. El hecho de que el ancestro común de estos mosasaurios viviera en el agua o en la tierra podría ser relevante para conocer el origen de las serpientes.
Las vértebras que un equipo de investigadores de la UNED encontró en el yacimiento de Lo Hueco (Cuenca) en 2007 y que ahora se describen, podrían apoyar la hipótesis de las raíces terrestres de los mosasaurios, y por extensión, de las serpientes.
“Hemos descrito una nueva forma de pitonomorfo del Cretácico Superior –hace unos 70 millones de años– que carece de las especializaciones anatómicas relacionadas con la adaptación al medio acuático y que, por lo tanto, era probablemente una forma terrestre”, explica Francisco Ortega, investigador del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED y uno de los autores del estudio que se publica en la revista Paläontologische Zeitschrift.
Los mares del Cretácico Superior estaban dominados por reptiles emparentados con el lagarto de Lo Hueco. Sin embargo, el que han encontrado en el yacimiento conquense, de unos tres metros de largo, tenía un aspecto semejante al del actual dragón de Komodo (Varanus komodoensis), un lagarto varanoideo con formas de vida terrestres y no acuáticas que habita en Indonesia.
Que un animal de este tipo viviese en tierra se sale de lo habitual, ya que solo se había documentado otro caso en el Cretácico Inferior de Japón –hace 120 millones de años– con el género Kaganaias. Aunque el reptil de Lo Hueco parece pertenecer a una especie desconocida hasta ahora, los autores del trabajo se muestran cautos y esperan encontrar más restos óseos que confirmen sus datos para proponer un nombre específico.
Las incógnitas del ancestro común
Hasta ahora, algunos autores pensaban que la relación de las serpientes con los mosasaurios indicaba también un origen marino para éstas. A pesar de que la relación se está poniendo en entredicho en los últimos años, el nuevo reptil descrito por científicos de la UNED, de la Universidad de Bonn (Alemania) y del Museo Nacional de Historia Natural (Francia), apoyaría la teoría de que incluso los mosasaurios tendrían un antepasado terrestre, debilitando la hipótesis del origen marino de las serpientes.
“El hallazgo reafirma la hipótesis de que el ancestro común del grupo podría haber desarrollado hábitos terrestres similares a los lagartos varanos actuales”, apunta Ortega. Según esta teoría, el conjunto de reptiles podría haber adquirido progresivamente adaptaciones acuáticas en zonas cercanas a la costa y, posteriormente, haber colonizado el medio marino.
Referencia bibliográfica:
Alexandra Houssaye, Nathalie Bardet, Ivan Narváez y Francisco Ortega. “Squamate finding in “Lo Hueco” (Late Campanian-Early Maastrichtian, Cuenca Province, Spain): the second non-marine pythonomorph lizard”, Paläontologische Zeitschrift, febrero 2013, DOI: 10.1007/s12542-013-0164-6.