El entorno intrauterino desempeña un importante papel en la salud de la descendencia. Ahora, expertos de la Universidad de Navarra afirman que el estrés de la madre –debido a causas socioeconómicas o psicosociales– se asocia con el desarrollo de patologías relacionadas con la obesidad.

“La creciente prevalencia de la obesidad no puede ser atribuible únicamente a factores genéticos o a una mala nutrición, sino también al estilo de vida y a factores ambientales adversos”, explica a SINC Javier Campión, investigador principal del nuevo estudio. “Dichos factores ambientales podrían impactar sobre los mecanismos epigenéticos, responsables del control de los genes más allá del código genético”.

Para los autores, el ritmo acelerado que caracteriza a la sociedad produce una elevación de la tasa de estrés en la población y este aumento, paralelo a las tasas de obesidad, hace necesario el análisis de la interacción entre estos dos factores, que no solo afectan a la edad adulta.

El objetivo del trabajo, publicado en la revista Stress, fue determinar en ratas adultas el efecto de un estrés crónico moderado durante la última semana del desarrollo embrionario en los cambios fenotípicos, bioquímicos y hormonales.

Así, los investigadores estudiaron dos grupos de ratas, con y sin estrés, y examinaron en su descendencia las alteraciones de la expresión de genes relacionados con la obesidad y el metabolismo de los glucocorticoides en el tejido adiposo blanco.

“La conclusión general que obtuvimos fue que una situación adversa durante el desarrollo intrauterino podría llevar a que los animales debido a la ingesta de una dieta hipercalórica tuviesen un mayor aumento de grasa corporal y alteraciones bioquímicas, hormonales y genéticas”, subraya Campión.

Además, los autores insisten en que estos cambios en la edad adulta inducidos por la ingesta de una dieta rica en grasa y azúcares provocan obesidad y otros trastornos asociados, como resistencia insulínica –cuyo resultado es el desarrollo de diabetes tipo 2–.

Embarazos en el siglo XXI

“Hoy en día muchas mujeres siguen con su vida frenética durante el embarazo hasta casi dar a luz, sin percatarse del estrés que puede estar sufriendo”, apunta el investigador.

Los expertos alegan que el estrés –que durante la vida normal de una mujer puede que no le afecte a la salud– podría estar alterando el desarrollo del bebé y predisponiendo al desarrollo de patologías en la edad adulta, debido posiblemente a modificaciones epigenéticas. Los problemas relacionados con la obesidad son responsables cada año de más de 2,8 millones de muertes en todo el mundo.

“Una vida saludable durante el embarazo no consiste únicamente en una buena alimentación, en un buen aporte de vitaminas y minerales, sino también en tener una vida tranquila, sin estrés”, concluye Campión.

Referencias bibliográficas:

L. Paternain, A.L. de la garza, M.A. Batlle, F.I. Milagro, J.A. Martínez & J. Campión. “Prenatal stress increases the obesogenic effects of a high-fat-sucrose diet in adult rats in a sex-specific manner”. Stress, 16(2): 220–232, marzo de 2013.

Paternain L, Batlle MA, De la Garza AL, Milagro FI, Martínez JA, Campión J. “Transcriptomic and epigenetic changes in the hypothalamus are involved in an increased susceptibility to a high-fat-sucrose diet in prenatally stressed female rats”.Neuroendocrinology. 2012; 96(3):249-60.

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