Ningún mamífero vivo es más peculiar que el ornitorrinco. Cuenta con un amplio pico como el de un pato, piel gruesa como la de una nutria, y patas palmeadas como las de un castor. Asimismo, es un animal monotrema –ya que pone huevos en lugar de dar a luz a crías vivas–, su hocico está cubierto con electrorreceptores que detectan presas bajo el agua, y los machos tienen un espolón venenoso en su pata trasera.
Hasta ahora se conocía tan solo un linaje de esta especie única. Sin embargo, un equipo internacional de investigadores describe, en el último número de la revista Journal of Vertebrate Paleontology, una nueva especie de este animal. Se trata del denominado Obdurodon tharalkooschild, cuyo descubrimiento se basa en un solo diente hallado en el famoso sitio de fósiles Riversleigh, inscrito como Patrimonio de la Humanidad en 1994 y ubicado en el noroeste de Queensland (Australia).
«Los monotremas son el último vestigio de una antigua radiación de los mamíferos de los continentes del sur. Esta nueva especie es una ayuda muy importante en el desarrollo de la comprensión acerca de estos fascinantes mamíferos», asegura Rebecca Pian, autora principal del estudio.
Basándose en el tamaño del diente encontrado, se estima que esta especie extinta habría tenido casi un metro de largo, dos veces el tamaño de los ornitorrincos modernos. Los bultos y surcos en los dientes también proporcionan pistas sobre lo que probablemente comía esta especie.
Ornitorrincos con dientes muy desarrollados
«Al igual que otros ornitorrincos, probablemente era un mamífero mayoritariamente acuático, y habría vivido en y alrededor de las piscinas de agua dulce de los bosques que cubrían la zona Riversleigh hace millones de años», explica Suzanne de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) y coautora del estudio. «Obdurodon tharalkooschild era un ornitorrinco gitante con dientes bien desarrollados, que probablemente se alimentara no solo de cangrejos y otros crustáceos de agua dulce, sino también de pequeños vertebrados, incluyendo peces pulmonados, ranas y tortugas pequeñas que se conservaron en el mismo yacimiento».
Por otro lado, mientras que muchos de los depósitos fósiles de Riversleigh se han fechado radiométricamente, la edad precisa del lugar donde se produjo este descubrimiento sigue en duda, y se enmarcaría entre hace 15 y 5 millones de años.
Los fósiles más antiguos de ornitorrinco provenían de rocas de 61 millones de años de antigüedad, halladas en el sur de Sudamérica. Asimismo, se conocían pequeños fósiles de ornitorrinco en Australia en lo que hoy es el desierto de Simpson.
“Antes del descubrimiento de l Obdurodon tharalkooschild, estos fósiles sugerían que los ornitorrincos se hicieron más pequeños y redujeron el tamaño de sus dientes con el tiempo. El ornitorrinco moderno carece por completo de dientes en la edad adulta, y en su lugar tiene láminas córneas en su boca”, apunta la investigación.
El nombre Obdurodon viene del griego «diente permanente» y fue acuñado para distinguir los ornitorrincos con dentadura extintos de los modernos.
«El descubrimiento de esta nueva especie fue una sorpresa para nosotros, porque antes de esto, el registro fósil sugiere que el árbol evolutivo de los ornitorrincos era uno y relativamente lineal», señala Michael Archer, científico también de la Universidad de Nueva Gales del Sur y otro de los coautores del trabajo. «Ahora sabemos que había ramas no previstas en este árbol, algunas de las cuales dieron lugar a especies gigantes».
Referencia bibliográfica:
Pian, R., M. Archer, and S.J. Hand. 2013. “A new, giant platypus, Obdurodon tharalkooschild, sp. nov. (Monotremata, Ornithorhynchidae), from the Riversleigh World Heritage Area, Australia”. Journal of Vertebrate Paleontology 33(6):1-5.