El zoo del barrio neoyorquino de El Bronx es escenario este verano de un safari donde pueden divisarse cebras, una jirafa, rinocerontes, gorilas y hasta un tigre, que son totalmente inofensivos para los visitantes porque comparten una peculiar característica: están construidos con piezas de Lego.
Con estas esculturas a tamaño natural de la fauna salvaje, que habitarán en el zoológico de El Bronx hasta el 3 de septiembre, se busca concienciar a los visitantes sobre los peligros que amenazan la supervivencia de estas especies, según puede verse hoy en la página web de la Wildlife Conservation Society, gestora del zoo.
A lo largo de un sendero arbolado, se pueden avistar las réplicas en Lego de los lemures, rinocerontes, gorilas, jirafas, tigres, flamencos, pingüinos o cebras que hay en el zoológico, en torno a los cuales se han organizado para el verano diversas actividades para toda la familia.
Así, los responsables del zoo, el más grande de la ciudad de Nueva York, han habilitado un pabellón para que los más pequeños construyan sus propias esculturas de animales a partir de estas piezas multicolores, con las que podrán ayudar a crear un vibrante mural.
Las familias podrán probar sus destrezas constructoras con ayuda de un experto que les enseñará cómo formar sus animales favoritos, y competirán entre ellas para ver quién es capaz de lograrlo con mayor rapidez, mientras que un artista de Madagascar impartirá clases sobre cómo fabricar títeres inspirados en la fauna africana.
Otra de las artes que tendrá su espacio en el zoo en los próximos meses será el teatro, a través de representaciones sobre animales y sus ecosistemas, y Kate Monster, marioneta estrella del musical «Avenue Q», que se trasladará al zoo para vivir un sinfín de aventuras y aprender a no temer a sus salvajes inquilinos.
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