Un proyecto originado en el seno de las aulas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV) ha traspasado las fronteras nacionales y será aplicado en la comunidad de Buga Alta, perteneciente a Barbosa, en Colombia.
El proyecto desarrollado por estudiantes y académicos de dicha entidad académica consiste en un aula multigrado montable y desmontable, que puede adecuarse a cualquier tipo de clima y superficie, sin perjudicar el medio ambiente de la comunidad.
Miriam Remess Pérez, académica de tiempo completo y colaboradora en la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, narró que hace algunas semanas Oscar Longas, profesor de Inglés, les hizo saber el interés de aplicar el modelo de aula en la comunidad de Buga Alta, donde imparte clases.
“El profesor nos contactó vía correo electrónico para poner en marcha dicho proyecto, ahora el siguiente paso es plantearle una propuesta arquitectónico acorde a la región donde se ubica la comunidad”, señaló Miriam Remess.
El profesor colombiano relató en un correo electrónico que el primer contacto que tuvieron con el modelo de aula multigrado fue por Internet, cuando buscaron diferentes diseños, y el elaborado por la UV fue el que más se adecua a las necesidades.
“El gran atractivo fue la bondad para el uso de materiales de la zona y la sencillez y adaptabilidad de su proyecto para nuestra comunidad rural, teniendo en cuenta que para el diseño y construcción tendremos que conseguir los fondos para su financiación y posterior construcción”, comentó por e-mail Oscar Longas.
Barbosa se localiza a 50 kilómetros al norte de Medellín y cuenta aproximadamente con 50 mil habitantes, pero la comunidad de Buga Alta tiene poco más de 20 familias.
Aula multigrado en Córdoba
En la actualidad se lleva a cabo la construcción de un aula multigrado permanente en la comunidad de Las Palmas, en el municipio de Córdoba, Veracruz, después de que el proyecto desarrollado por los universitarios fuera aprobado por la Dirección de Espacios Educativos de la Secretaría de Educación Estatal.
La obra se inició a principios del presente año y ya tiene un avance de 40 por ciento, por lo que se estima que podría quedar totalmente concluida a mediados del próximo año. “Tuvo que ser adecuada pues en la propuesta original estaba previsto que fuera temporal, pero lo que sí se tomará en cuenta es el diseño y el mobiliario”.
Aunque la construcción no está terminada, los niños siguen tomando clases en un aula móvil, ya que la antigua escuela tuvo que ser derrumbada por las malas condiciones en las que se encontraba la estructura.
Remess Pérez dijo que esperan beneficiar a 25 alumnos, “el maestro de inmediato dijo que era lo que necesitaba y los padres están muy entusiasmados con el proyecto, además de que con esto buscamos favorecer la educación en comunidad”.
Al cuestionarla si no quedado de lado el proyecto original del aula, respondió que aún continúa el trabajo, pero no quitarán el dedo del renglón para que se concrete el diseño planteado desde un inicio.
Sobre el tema, Verónica Cárdenas del Monte, académica de la Facultad de Arquitectura y responsable de la experiencia educativa Arquitectura de Compromiso Social, detalló que el aula montable y desmontable es una planta rectangular, de dos aguas, las dimensiones son 17 por 12 metros, el interior es de 100 metros cuadrados y es adaptable a cualquier espacio y clima.
“No se requiere mano de obra especializada, porque sólo es el montaje y desmontaje del aula, además que estará hecha de materiales de fácil localización en las comunidades, que no implicará grandes costos y esperas”, destacó.
Lo que sí está contemplado en el aula de Córdoba son los espacios interiores; es decir, los niños contarán con un áreas de plástica y creatividad, para el deporte, para juegos lúdicos, para video, para el teatrino, su biblioteca, habrá un mueble para colocar sus mochilas, para el laboratorio, el museo y para tomar sus alimentos. Además, se contempla el espacio para el profesor y el director.
“Existe la posibilidad de que la estructura se convierta para telesecundaria, se desmonte y se lleve a todo espacio donde se requiera o a final de cuentas sirva como un aula de usos múltiples y/o albergue para la comunidad”, refirió.
“Para nosotros es muy grato saber que además de impactar en la región está impactado a nivel internacional, que tenga ese plus de que la arquitectura pueda estar al servicio del hombre, que esa arquitectura pueda servir para una comunidad que así lo requiere, que pueda resolver las necesidades de cada comunidad, es un trabajo que nos enorgullece y que ahora pueda implementares en otro país”, subrayó.
La sustentabilidad
La sustentabilidad dentro del proyecto es de gran valía, es por ello que se contempla que los materiales no sean de gran impacto para el medio ambiente y, sobre todo, para el manejo de la energía, el agua y los residuos sólidos.
Al respecto, María Teresa Leal, académica de la Facultad de Ingeniería Química adscrita al programa de Ingeniería Ambiental, mencionó que proponen la captación de agua lluvia, el reciclaje, el uso del agua gris en el huerto, elaboración de composta con los residuos, y el ahorro de electricidad se dará al contar con espacios abiertos con mucha luminosidad.
“Estudiantes de la Especialidad en Gestión y Diagnóstico Ambiental desarrollaron la parte del manejo de la energía para que en corto, mediano y largo plazo se pueda insertar en el aula y que ayude a los estudiantes a vivir dentro de la sustentabilidad, que aprendan de sustentabilidad”, mencionó.
Y añadió: “Esta escuela será un ejemplo no sólo para las comunidades aledañas, sino en todo el estado y todo el país”.
El premio
En 2007, estudiantes y académicos de la Facultad de Arquitectura de la UV participaron en el concurso de aula multigrado, convocado por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).
La profesora Miriam Remess explicó que fueron cinco alumnos del taller de proyecto “Julio Sánchez Juárez y Lechuga”, junto con dos catedráticos, quienes propusieron proyectos para las tres categorías a disputar.
Comentó que para presentar trabajos bien definidos, realizaron una investigación de campo a fin de detectar las necesidades que tienen los alumnos y los profesores multigrados, de lo que resultó el aula multigrado.
En la primera etapa, pasaron los tres proyectos; para la etapa regional, sólo fueron dos; a nivel nacional, el trabajo realizado por estudiantes y profesores de la UV resultó ser el ganador.
“El jurado consideró que fue el mejor proyecto, ya que se reveló que en la mayoría de las comunidades se había detectado que las escuelas construidas quedan abandonadas por la migración o por la falta de más alumno”, indicó.