El 5 de septiembre de 1977, la sonda Voyager 1 de la NASA partía hacia un viaje a lo desconocido. Nadie esperaba que, a día de hoy, 35 años después de su lanzamiento, todavía continúe su travesía. Esta nave y su gemela, la Voyager 2,lanzadas para explorar los planetas gigantes Júpiter y Saturno, se han convertido en los ingenios humanos que han conseguido llegar más lejos.
Tanto, que están a punto de abandonar la heliosfera, una especie de «burbuja» que envuelve el sistema Sistema Solar, y cruzar al espacio interestelar. Ambas se mantienen en buen estado y envían datos a la Tierra prácticamente cada día. A pesar de que su «hermana» Voyager 2 fue lanzada 16 días antes, nunca rebasará a la Voyager 1 ya que durante el curso de su viaje, su velocidad fue incrementada debido a tirones gravitacionales asistidos.