El Pacto por México pondrá a la salud pública y la seguridad social en manos de los poderes fácticos: hospitales privados, aseguradoras y AFORES serán las entidades beneficiadas; aseguró el doctor Gustavo Leal Fernández, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

El académico del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco sostuvo que deben analizarse las implicaciones de los dos principios de reorganización planteados para garantizar el acceso universal a los servicios de salud (Compromiso 1), la portabilidad (implementada para que los asegurados puedan ser atendidos en cualquiera de los sistemas públicos a su elección) y la convergencia (emprendida para igualar gradualmente la cobertura y calidad en todos los sistemas).

 

Con Mercedes Juan López, la secretaria de Salud del nuevo gobierno, “uno se quedará siempre con la duda de hasta dónde la portabilidad implica colocar la bolsa pública al servicio de establecimientos privados en lugar de fortalecer la oferta, mejorando los recursos con que trabajan los equipos nacionales de salud: IMSS, ISSSTE, los institutos nacionales y los hospitales de alta especialidad, que es donde se concentra el porcentaje más alto de la atención”.

 

Tomando en cuenta la trayectoria y el cargo anterior de Mercedes Juan López, el de presidenta ejecutiva de la Fundación Mexicana para la Salud A. C. (Funsalud), organismo integrado por políticos y empresarios de la industria farmacéutica y hospitalaria vinculados a la creación del Seguro Popular y con las reformas que desmantelaron el IMSS, “el enfoque de la portabilidad significa libre elección de hospital y de médico, pero antes implica que la bolsa pública entregue el recurso al prestador que sea más eficiente, ello habla de una participación libre privada en la prestación del servicio. 

 

“Para poder subir al PRD de Zambrano –a la firma del pacto– se habla abiertamente de portabilidad y de convergencia sólo en el sistema público, pero debemos ver cómo actuará esta portabilidad en manos de Mercedes Juan, por lo pronto el texto del Compromiso 1 está cosméticamente cuidado para lograr que el PRD lo firmara”, anotó.

 

“El pacto se presentó como un pacto contra los poderes fácticos en materia de seguridad social, pero está diseñado para favorecer los intereses fácticos, porque en el cuadro de entrada en operación de la Obama-Care, la consolidación de las aseguradoras, la Asociación Nacional de Hospitales Privados, el crecimiento de los Grupos Ángeles de Mario Vázquez Raña, Star Médica de Carlos Slim y la previsible presencia de nuevos jugadores está aún por establecerse si más portabilidad puede significar, igualmente, más presencia de aseguradoras y cadenas hospitalarias privadas en la oferta de servicios de atención médica, financiadas con recursos públicos”, apuntó.

 

En cuanto al Compromiso 2, prohibir en las escuelas la venta de alimentos chatarra, Leal Fernández comentó que se aplicarán las someras recomendaciones del texto Mejores Políticas para un desarrollo incluyente, redactado por José Ángel Gurría a través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

 

“El documento es pobre, sugiere modificar las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) –cuyo objetivo es asegurar valores, cantidades y características mínimas en el diseño y producción de los bienes de consumo–, no hay compromiso serio para enfrentar la epidemia de obesidad, quien saldrá beneficiada es la industria del refresco”.

 

El Compromiso 3, establece la puesta en marcha de una pensión para adultos mayores que no cuenten con un sistema de ahorro para el retiro, IMSS O ISSSTE, a través de una cuota social adicional aportada por el Gobierno Federal en una cuenta individual a cada mexicano a partir de los 18 años y hasta los 65.

 

“No tenemos idea de cuánto será esa cuota social –continuó el entrevistado– pero conociendo lo que pasa en las instituciones de seguridad social como el IMSS y el ISSSTE, donde ya existen esta cuotas sociales, sabemos que el máximo de pensión que va poder recuperar un trabajador en el sistema AFORE es, si le va bien, el 30 por ciento de su último salario devengado.

 

“El sistema de AFORES, que surgió de la reforma de Ernesto Zedillo al IMSS, hoy en día fuerza un ahorro extraordinario de los trabajadores y tiene una cantidad de recursos enormes: 1.7 billones de pesos operados a través de ellas y sus sociedades de inversión”. 

 

Este compromiso “colocaría en el sistema de AFORES más recursos al aportar una cuota social por cada mexicano, el problema es que el sistema va a recibir este fortalecimiento con recursos públicos, pero le está regresando al aforado el cobro de una comisión muy alta y una rentabilidad de sus fondos que no se va expresar en mejores pensiones”.

 

La implementación de un Seguro de Desempleo, Compromiso 4, está contemplado para ser presentado como proyecto en el primer semestre del año 2014 y su operación planeada para el segundo semestre del mismo año, dado que implicaría una reforma legal.

 

En cuanto a la aplicación del seguro el investigador de la UAM comentó que espera no sea trabajado como su similar del Estado de México: “Sabemos cómo operó el seguro de desempleo que ofreció Peña Nieto cuando fue gobernador: un monto de $2,000 pesos al mes y las prestaciones de seguridad social que tenías en la institución que estabas, ambos por tres meses. Seis mil pesos en tres meses es una cantidad irrisoria; comparada con cualquier política activa de empleo de cualquier parte del mundo es completamente insultante”.

 

En cuanto al Seguro de Vida para Jefas de Familia, Compromiso 5, que protege la seguridad económica de sus hijos en caso de fallecimiento, la empresa operadora del seguro será la que saldrá beneficiada, en la misma lógica que la pensión para adultos mayores.

 

El doctor Leal Fernández pone el acento en que la vigencia que este incipiente sexenio otorgó al Seguro Popular (programa que a su juicio carece de las prestaciones del IMSS y el ISSSTE y que mina la soberanía sanitaria de las entidades federativas al imponerle un catálogo de coberturas que no son las que cada Estado del País requiere) se debe al enredado intento de reforma en salud que Santiago Levy apuntaló para Peña Nieto durante la campaña presidencial, proyecto truncado por su poca viabilidad y que dio paso a conservar las estrategias de las administraciones panistas. Cortando con ello la posibilidad de una reforma de fondo en seguridad social.

 

“Quien más pierde es el ciudadano mexicano, especialmente los jóvenes, que con una reforma laboral que le cancela virtualmente las posibilidades de generar antigüedad para capitalizar prestaciones de la seguridad social, sólo recibirá del nuevo PRI una universalidad parchada con entrada efectiva apenas a los racionamientos del acceso universal, cuota social mínima en las AFORES y un seguro por desempleo sin rostro. Por lo pronto y sin desconocer sus bondades, en salud y seguridad social, el Pacto no es contra, sino para los poderes fácticos: Funsalud”, concluyó. 

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