Las asociaciones que impulsaron el cierre hace una semana de un centro de experimentación animal en Montichiari (norte de Italia), clausurado por las autoridades italianas ante la sospecha de un posible delito de maltrato animal, buscan estos días un hogar para los 2.400 perros liberados.
Las imágenes de los perros de raza Beagle, muchos de ellos cachorros, que vivían hacinados en las instalaciones del laboratorio «Green Hill» y que iban a ser utilizados para prácticas como la vivisección de animales vivos -incluso sin anestesia-, ha provocado un aluvión de solicitudes de adopción, afirman los responsables de las asociaciones Legambiente y Liga AntiVivisección (LAV).
Aunque las autoridades judiciales han determinado que se trata de adopciones temporales, el responsable de Fauna de Legambiente, Antonino Morabito, cree que hay «una probabilidad altísima» de que se conviertan en definitivas.
En declaraciones a Efe, Morabito comentó que muchos de los perros liberados por orden de las autoridades judiciales de la provincia de Brescia (norte de Italia) son cachorros, lo que favorece la adaptación a las nuevas familias.
Según explicaron hoy en rueda de prensa los responsables de la operación «SOS Green Hill» -que aglutina además a otras pequeñas asociaciones aparte de Legambiente y Lav- «alrededor del 50 % de los perros son cachorros de tres a ocho meses, aunque también hay perros adultos (con tres años, como máximo) y hembras dedicadas a la cría, muchas de ellas preñadas».
«Los perros de «Green Hill» tienen derecho a disfrutar de una vida que sea digna de ser vivida, hoy posible gracias a ciudadanos y familias», dijo el presidente de Lav, Gianluca Felicetti.
Las asociaciones que llevan luchando desde hace años por el cierre de «Green Hill» y que consiguieron liberar a algunos perros hace un par de meses advierten de que el proceso de adaptación de las familias será lento porque los canes han vivido en unas condiciones muy duras en el que consideran «un verdadero campo de concentración de animales».
«Estudiaremos con atención las 800 solicitudes de adopción que hemos recibido directamente en Lav porque se trata de perros que no han tenido una vida normal: no han visto la luz del sol ni han pisado jamás la hierba», indicó a Efe el responsable de adopciones de Lav, Giacomo Bottinelli.
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