Alumnos de la Licenciatura de Sociología del Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) de la Universidad Veracruzana (UV), como parte del cineclub que realizan todos los viernes, presentaron el documental Música para después de un asalto, el cual narra la vida en el interior de la cárcel.
A través de los músicos de los reclusorios varoniles Norte, Sur y Oriente, y los femeniles de Tepepan y Santa Marta del Distrito Federal, el documental muestra el papel que juega la música en la vida cotidiana de los internos e internas.
En la presentación participaron Juan y Samuel Guzmán, los directores del documental, jóvenes videoastas mexicanos interesados en problemáticas y temas sociales que suelen ser invisibles para los grandes medios.
Ellos explicaron que el hilo conductor de su propuesta visual es la música, pues ésta ayuda a los presos a sobrellevar el encierro e incluso, a ratos les hace olvidar que están ahí.
En el argot de los reclusos, sentirse caneado es sentirse golpeado, por lo que a la música que ellos generan se le conoce como canera:“Este tipo de música es la que crean los presos durante su estancia en la cárcel, para vivir el encierro lo mejor posible, olvidando que han perdido su libertad. Es la conjunción de diferentes estilos musicales desde hip-hop, reggae, ska, blues, mariachi y boleros, entre otros”, comentaron.
En el documental, se observa cómo viven, cómo y por qué aprendieron a tocar; también se les ve tomando clases de rock, rap, hip hop, salsa, cumbia y ensayando en estudios improvisados.
Todas estas actividades, explicaron los realizadores, les sirven para “no canearse”, para evitar estados de ánimo que a veces son brutales y devastadores.
Juan y Samuel Guzmán hablaron de cómo surgió la idea del documental: “En marzo y abril de 2009 se llevó a cabo el Festival de Música Interna (FMI), en el que grupos de música de distintos géneros ingresaban a tocar a los reclusorios varoniles Norte, Sur y Oriente. Se nos invitó a participar levantando la imagen de los eventos para realizar un reportaje del evento”, explicaron.
“Fue de estos encuentros con los músicos confinados durante el FMI, mientras tocaban en el escenario, en las butacas, con los que cargaban sus instrumentos listos para subirse a echar un palomazo, que se nos vino la idea de hacer un documental de y con las y los músicos internos”, relataron.
Música para después de un asalto participó en la convocatoria DOCSDF-IMCINE para Desarrollo de Proyectos Documentales, donde ganó el cuarto lugar. En 2009 fue ganador del programa “Red para el desarrollo cultural comunitario de la Ciudad de México”. En 2011 ganó el premio que otorga el público en el Festival Contra el Silencio “Todas las voces”.
Cabe decir que el Cine Club forma parte de las actividades del Colectivo “El otro frente”, integrado por estudiantes de Sociología de esta casa de estudios. Las proyecciones se llevan a cabo todos los viernes a las 19:00 horas en un foro cultural ubicado en Oriente 2 número 769, entre Sur 15 y 17, en el centro de Orizaba. La entrada es libre.
Para más información y ver la cartelera, entrar al Facebook: Colectivo el otro frente.