¿De qué se nutre el consenso de los derechos humanos a nivel internacional?, pregunta Rodolfo Stavenhagen, y responde: de las luchas civiles, que arriesgan todo, que se debaten entre la vida y muerte, con esas luchas del pueblo por defender sus derechos es que se presiona a los gobiernos a legislar y hacer valer esas garantías.
El académico del Centro de Estudios Sociológicos del impartió una conferencia magistral en la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), con motivo de la inauguración del Diplomado en Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC).
Como parte del esfuerzo de la Universidad Veracruzana por crear una conciencia de la diversidad, se inició un nuevo programa académico, con miras a convertirse en un posgrado.
Rodolfo Stavenhagen fue subdirector general de la UNESCO, director general de Culturas Populares en la Secretaría de Educación, presidente del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe, y presidente fundador de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, entre otros puestos y funciones.
Entre 2001 y 2008 fue relator especial para los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de los Pueblos Indígenas en la ONU, periodo durante el que escribió su informe “Los pueblos indígenas y sus Derechos”. Es autor de libros como Los pueblos originarios: el debate necesario y La cuestión étnica, entre otros.
Durante la inauguración del DESC, antes de la conferencia del doctor, el rector Raúl Arias Lovillo expresó su admiración al trabajo del invitado y su renuencia a la reforma laboral que, en sus palabras, no sirve a los trabajadores, ni a su salario, ni a vivir en un ambiente democrático.
Asimismo, la directora de Instituto de Investigaciones Jurídicas, Jaqueline Jongitud Zamora, insistió en la gran desigualdad que prevalece en México, un país en el que un magistrado recibe un salario 270 veces mayor al de un empleado promedio, y en el que existen islas de riqueza rodeadas de un mar de pobreza; en ese contexto exhortó a mantener la lucha por los derechos humanos, que aunque dura, es vital.
En este contexto se dio la conferencia del doctr Stavenhagen, la cual también pudo ser presenciada vía videoconferencia en las casas UVI de Poza Rica, Las Selvas y La Huasteca.
Ahí, explicó que los derechos humanos se abordan comúnmente desde tres perspectivas, la naturalista, la positivista y la sociopolítica. La primera plantea los derechos humanos naturales, independientes a las leyes y que obedecen más a la vida y a la naturaleza del hombre.
La perspectiva positivista es la que se refiere a los derechos adquiridos por las leyes y que se encuentran en constante conflicto y renovación, pero que ya se están legislados. La última perspectiva, la sociopolítica, es la más maleable, y está representada por las luchas sociales históricas que han ido promoviendo, defendiendo y presionando a las entidades gubernamentales a actuar; esta perspectiva es la que moldea las leyes y es en la que se generan los cambios.
Stavenhagen hizo hincapié en la fuerza que tiene la lucha social, lo cual puede durar años, pero que cada pequeña victoria es un paso más hacia un mundo más justo y tolerante. A pesar de todas las dificultades, las personas que viven para defender los derechos humanos, aún tienen mucho por hacer para fortalecer los mecanismos nacionales e internacionales que defienden estos derechos, por ejemplo, crear entes públicos, organismos autónomos que se unan a la lucha, instaurar servicios o entidades que supervisen a los organismos que deben cumplir con este papel, más allá de la rendición de cuentas, pero también –ùntualizó- hay que supervisar que estas instancias cumplan con sus objetivos y responsabilidades con la sociedad, con los grupos minoritarios. Asimismo, entre los grupos más pequeños debe haber respeto, tolerancia en todos los ámbitos, en el día a día.
Sobretodo, habló de la importancia de la educación, la capacitación de los funcionarios y la instauración de los derechos humanos en las políticas públicas y de desarrollo, porque deben ser parte de la agenda política, no una opción ni una herramienta de propaganda.