Hablar de los retos y desafíos de la política alimentaria es importante porque en realidad lo que tenemos hoy respecto al tema es muy endeble y vemos que tiene graves consecuencias en todos los mexicanos, declaró Jesús Flores Sánchez del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INNSZ), quien es egresado de Medicina de la Universidad Veracruzana (UV) campus Veracruz y actualmente funge como coordinador de Proyectos Estratégicos de dicho Instituto.
Así lo expresó al dictar la conferencia magistral “Desafío de las políticas alimentarias en México” en el V Foro Nacional para la Seguridad Alimentaria y Nutricional “Retos del derecho a la alimentación en México: carencias y excesos”, organizado por la Facultad de Nutrición de la UV, campus Xalapa.
Explicó que son cinco los factores que afectan la nutrición de las personas: la disponibilidad de los alimentos, la accesibilidad a ellos, es el consumo de los alimentos, la utilización biológica de los alimentos y –un punto “que generalmente no se toca mucho en la política– los factores sociales y culturales. Todos ellos deben estar considerados cuando diseñemos una política pública en materia de alimentación”, recalcó.
En ese sentido, el ponente advirtió que los hábitos alimentarios han cambiado muchísimo: “Los horarios de comidas cada vez son más irregulares; comemos cuando podemos y lo que podemos. La gente consume menos alimentos frescos y más alimentos procesados, aumentó el tamaño de las porciones, se han incrementado los productos con alta densidad energética y alto contenido de sodio”.
Asimismo, advirtió, cada vez son más publicitados los alimentos procesados, dirigidos principalmente a los niños, “con lo cual están formando consumidores que tendrán serios problemas a futuro”. Aunado a ello, en México este tipo de publicidad no está totalmente regulada.
Sumado a lo anterior está el comer fuera de casa, que antes ocurría en situaciones especiales y “hoy es una situación cotidiana; parece que lo especial es comer en casa, juntos; también se registra un incremento en el consumo de los alimentos llamados ‘comida rápida’ sobre la comida casera”.
Desde el aspecto global, el consumo se ha visto afectado porque los países productores de alimentos han restringido sus exportaciones para apoyar al consumo interno y “nosotros estamos teniendo problemas porque desmantelamos toda una infraestructura de producción suficiente de alimentos”, aseguró.
Detalló que “más de 80 por ciento del arroz que consumimos es importado, 60 por ciento del trigo también, mientras que el consumo del maíz es de 30 por ciento pero vamos a la alza, se está incrementando la importación de azúcar porque desmantelamos nuestros ingenios y Veracruz fue uno de los primeros que sufrió esta medida”.
En cuanto al consumo de frijol no se ha resentido la producción, agregó, no obstante “hemos dejado de consumirlo, se ha bajado en más de 50 por ciento en los últimos 30 años, por eso parece como si fuera suficiente cuando en realidad es el abandono de esta leguminosa lo que nos está creando problemas”.
Mencionó también que la adquisición de alimentos se realiza actualmente en los supermercados, que han desplazado a los mercados populares, “muchos de ellos se están convirtiendo a vender piratería y otras cosas, la gente ya no va porque hemos cambiado nuestro estilo de vida y hacemos las compras en supermercados, por la noche, con una tarjeta bancaria y requerimos de un estacionamiento, y estos elementos no los tienen los mercados públicos”.
Sobre el consumo de bebidas azucaradas y tomando como referencia los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, Flores Sánchez precisó: “En promedio consumimos 163 litros per cápita al año de refrescos que son endulzados con alta fructosa, que no requiere la insulina para penetrar a las células; entonces, cuando tomamos esas bebidas estamos saturando a las células de fructosa, generando resistencia a la glucosa y un exceso de insulina, un efecto dominó hasta que llegamos al síndrome metabólico, que hoy es la gran enfermedad silenciosa que se cierne sobre nuestras cabezas”.