Alumnos de la carrera de Ingeniero en Biotecnología (IBT) del Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla, colaboran con investigadores del Departamento de Biología Molecular del Hospital Ángeles Puebla relacionadas con las causas del cáncer.
Pamela Matías y Desiree Ornelas asisten en la detección de carcinoma de colón y tiroides; mientras que David Ortega y Ernesto Salvador analizan lo relativo al mieloma múltiple y leucemia.
Al conocer las mutaciones específicas de cada gen al presentar cáncer, se puede determinar qué tipo de terapia será más efectiva, haciendo que el paciente no pierda tiempo y dinero en métodos que particularmente no le serían útiles.
Este trabajo, que aún está en una fase inicial, ya ha logrado detectar secuencias recurrentes en algunos genes según el tipo de cáncer. En el futuro, esperan realizar un comparativo del porcentaje en la población mexicana que presenta ciertas mutaciones y así, detectar ciertas recurrencias para poderlas catalogar y establecer los tratamientos más adecuados.
«Si logramos encontrar el hilo negro de en qué genes se expresa la enfermedad, podemos ayudar a las personas con un tratamiento más preciso, mejorando su calidad de vida, que es lo más importante de esta carrera», mencionó Ornelas.
En el caso de Bárbara Arteaga y Raziel Amador, su labor es examinar las versiones atípicas de tuberculosis que aún no han sido investigadas con profundidad y así descubrir nuevas secuencias en el virus que permitan proponer nuevas terapias para estos casos.
Sobre el método de diagnóstico molecular
El diagnóstico molecular, al analizar los genes, permite detectar el cáncer desde etapas tempranas, incluso cuando no se han presentado los síntomas más característicos o severos. También, puede ser usado para detectar la propensión a enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Este tipo de estudios puede ser realizado en fetos, tomando una muestra del material genético que se encuentra en el vientre de la madre.
El método tiene un costo aproximado que puede variar de 2 a 10 mil pesos de acuerdo a la necesidad del estudio. Montilla Fonseca consideró necesario el desarrollo de tecnologías más económicas para que este tipo de estudios pueda ser accesible para toda la población, logrando recortar costos al no tener que importar el equipo de países como Alemania, Italia, Inglaterra y Estados Unidos. En la actualidad, al nosocomio poblano llegan pruebas de varios países de Sudamérica y el resto del país, donde esta tecnología aún no se encuentra disponible.
Carina Álvarez Villagómez, Directora de carrera de Ingeniero en Biotecnología (IBT), puntualizó la importancia de estos nuevos métodos, ya que anteriormente sólo se podía recurrir a la patología, para la cual se toma una muestra del tejido dañado y es observada en el microscopio para evaluar si las células estaban distorsionadas o malformadas. Sin embargo, puntualizó que este método no permite evaluar la tendencia genética a desarrollar alguna aflicción degenerativa o especificar la particularidad de la mutación.