A las Mipymes no se les impulsa para ser más competitivas

La competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) –las principales unidades económicas del país– depende en gran medida de sus capacidades para vincularse de manera eficiente con el entorno productivo, de mercado e institucional; pensar que la reciente Reforma Laboral es suficiente para mejorarla es “algo irreal o quimérico”, sentenció Rafael González Hernández, del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las Ciencias Administrativas (IIESCA) de la Universidad Veracruzana (UV).

“El querer competir por el sólo hecho de tener mano de obra muy barata es el peor de los escenarios para un país, y sobre todo para que crezca y se desarrolle”, enfatizó el coordinador de la línea de investigación en Gestión Pública.

         En entrevista, destacó que para que el sistema económico nacional funcione y, principalmente, evolucione de manera sustentable, es necesario transformar el sistema de educación, así como establecer una estrategia de crecimiento a largo plazo, con sus correspondientes políticas que sean favorables a la inversión, promover el crecimiento del mercado interno, además de revisar el actual modelo económico que ha incrementado la pobreza y desigualdad en el país.

         Precisamente las Mipymes son “estratégicas” en la economía del país, toda vez que no hay petróleo por mucho tiempo, planteó el entrevistado. Consideró que una de las principales fuentes económicas es el turismo, tomando como referencia la inmensa diversidad natural y cultural del país.

         No obstante, las Mipymes de México padecen un gran problema: la competitividad, insistió; en el caso de las turísticas, sólo en cinco lugares del país tienen un buen desarrollo –como en la Riviera Maya–, añadió.

Actividad restaurantera en Xalapa

En 2011, como una contribución al estudio del sector turístico orientado a la actividad restaurantera, académicos de la UV y de otras universidades del país realizaron un trabajo de investigación en diversas ciudades, con el propósito de caracterizar al sector restaurantero.

En tal estudio se analizó: el perfil de la oferta, las estrategias de mercadotecnia utilizadas, la situación prevaleciente acerca del uso de la tecnología y la gestión del capital humano involucrado, entre otros factores.

         “El propósito fue caracterizar al sector de los microempresarios que ofrecen servicios de comida, para establecer las problemáticas asociadas al ofrecimiento de sus servicios, sugerir acciones que apoyen a dicho sector en su permanencia y potencial crecimiento de sus establecimientos enclavados en diversas comunidades.”

         En la muestra de pequeñas empresas restauranteras seleccionadas se detectó que “no cuentan con grandes destrezas ni con las adecuadas herramientas administrativas y financieras para competir”.

         Además, “sus procesos de producción no están lo suficientemente estandarizados, la prestación de sus servicios no se podría considerar como muy eficiente en general, si se compara con las firmas nacionales o internacionales”, detalló González Hernández.

         Explicó que en la medida que los procesos de producción de alimentos se estandaricen, se agiliza el servicio. La propuesta de la academia es establecer de una manera eficiente el manejo productivo, determinar las características del mercado y hacer que la parte institucional dirija mejor los recursos destinados para este tipo de empresas.

         “Yo tengo la idea de que un emprendedor no es aquel que pone un changarro, sino quien tiene una idea clara de lo que quiere e implementa herramientas de gestión”, añadió.

         La investigación se realizó dentro de la Red Interregional de Frontera y participaron los investigadores del IIESCA: Milagros Cano, Teresa García, Rafael González y Ana María Díaz Cerón.

Los investigadores coincidieron en que en muchas empresas restauranteras es necesario crear y desarrollar competencias para realizar la función empresarial, lo cual puede lograrse a través de la aplicación de conceptos y técnicas administrativas, de la estandarización y mejora continua del producto o servicio, del diseño e implementación de herramientas de gestión y de la formación integral y actualización del personal.