La Universidad Veracruzana (UV) inauguró la Cátedra Ludwing Wittgenstein, adscrita al Centro de Estudios e Investigaciones en Conocimiento y Aprendizaje Humano (CEICAH), con la participación del filósofo Robert Lee Arrington, la mañana de este lunes 22 de febrero, en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), campus Xalapa.
La inauguración estuvo a cargo del secretario académico, Porfirio Carrillo Castilla, quien entregó un reconocimiento al doctor Arrington. En tanto, el coordinador del CEICAH, Ricardo Pérez Almonacid, explicó que la cátedra tiene como finalidad generar un espacio académico de discusión y compartir, en tiempo real, con otras universidades del país y de Latinoamérica, el legado del filósofo austriaco.
La conferencia de Lee Arrington se tituló “Una introducción a Wittgenstein”, quien expuso las ideas básicas del libro de Wittgenstein Tractatus logicus-philosophicus e hizo algunas menciones de cómo se desafían en su libro Investigaciones filosóficas. Comentó que el primer texto es difícil de leer y es muy técnico; el segundo, es superficialmente fácil de leer, pero difícil de entender.
El Tractatus es un tratado en ontología, la teoría del ser, es considerado por muchos como la culminación de las más grandes ideas de estos temas en la filosofía occidental, comentó el ponente.
Arrington dijo que Wittgenstein tiene la idea de que todas las verdades necesariamente son tautología, proposiciones falsas, autocontradictorias, esto es porque todas las proposiciones son verdades funcionales, sus valores de verdad dependen sólo éstos mismos, de sus partes constituyentes, en la manera en que se organizan juntas, los llamados conectores lógicos.
“Esta teoría tuvo efectos monumentales para los filósofos y lógicos, pues por mucho tiempo intentaron entender las declaraciones necesariamente verdaderas como las matemáticas y el trabajo de Wittgenstein les mostró cómo hacerlo. Todas las declaraciones necesarias son tautologías o contradicciones, pero hay un precio que pagar para entenderlo; estas proporciones no nos dicen nada acerca del mundo”, dijo.
“Wittgenstein es un empírico cuando se trata del conocimiento acerca del mundo. Este conocimiento se deriva de la observación, por lo tanto todo el conocimiento viene de la ciencia natural. Otras formas de supuesto conocimiento ético, estético, religioso simplemente no existe. Esto no es negar que sean importantes, de hecho, asegura, son las más importantes de todas las cosas.”
De acuerdo con Robert Lee Arrington, para Wittgenstein la profesión no científica expresaba lo que él llama lo místico, lo más alto, que se muestra pero es incapaz de ser, pero Wittgenstein no descartó las prácticas éticas o religiosas.
Otra teoría filosófica tradicional atacada por Wittgenstein, indicó, es la visión de los empíricos que a través de un proceso de definición extensible podemos ser capaces de conectar la lengua a las cosas en el mundo y, por lo tanto, hacer declaraciones sobre las mismas. Para ellos la palabra rojo tiene significado en virtud en que alguien señala que es rojo y lo llama así.
Wittgenstein no rechaza la definición extensible pero sostiene que la visión empírica tradicional no interpreta bien la forma en que esto debe definir el significado de los términos lingüísticos, si señalamos algo y le asignamos una palabra hay numerosos aspectos de las cosas a las cuales decimos cuando las señalamos, comentó el ponente.
Las actividades de la Cátedra continúan el martes 20, a partir de las 11:00 horas, con la conferencia “Asalto a la mente: Wittgenstein y la ciencia”, el martes 19. Ésta se transmite en vivo a través de www.uv.mx/television/vivo.html, con traducción simultánea.