El catedrático de la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana (UV), Emmanuel Álvarez Hernández, disertó la conferencia “Formación en competencias y distribución del conocimiento: contribuciones pedagógicas para el cambio epistémico del presente”, durante la cual opinó que en la sociedad de la información el conocimiento no tiene valor, pues se resignifica como energía o fuerza productiva.
La ponencia se desarrolló el martes 7 de mayo en el auditorio “Jesús Morales Fernández” de la Unidad de Humanidades, como parte de las actividades del congreso “Razón, política y cultura: un diálogo entre la filosofía y las ciencias sociales y humanas”.
Emmanuel Álvarez mencionó que con la sociedad de la información, el conocimiento pierde su valor de uso, deja de ser algo valioso en sí mismo, “y se resignifica como energía o fuerza productiva”.
Para el filósofo el conocimiento se valora pero no bajo un criterio universal, sino de acuerdo a un contexto en específico y a las funciones que cumple dentro del mismo.
En ese contexto, planteó que si la transformación tecnológica implica la transformación de la naturaleza del saber, así también cambian sus criterios de legitimación y validez, por lo que es menester el replanteamiento de la actividad pedagógica.
“ Más aún, el replanteamiento de la pedagogía como disciplina de acuerdo con los criterios de pertinencia competitiva en un marco global y complejo, que al mismo tiempo responda a las necesidades del contexto donde se genera, es decir, conforme un saber situado y competitivo a escala mundial, que contemple la tecnología, el lenguaje y la comunicación”, añadió.
Comentó que las personas que antes eran consideradas por sus grandes talentos, actualmente han sido desplazadas, “porque hoy en día a través de un teléfono móvil o un ordenador se puede acceder a grandes cantidades de información, producida en todo el mundo”.
Es más, consideró que sólo en la medida en que el saber en tanto contenido tenga carácter de aplicación vuelva a revalorarse, deja de ser información y conforma un conocimiento.
A decir de Álvarez Hernández, lo importante deja de ser la acumulación de conocimiento y toma su lugar la innovación científica de acuerdo al criterio de aplicación.
En ese sentido, la innovación científica se debe estimular de manera colectiva para lograr buenas ideas. Con tal planteamiento, “el carácter social de los enfoques constructivistas adquiere relevancia”, dijo.
Destacó que los proyectos académicos para la innovación científica van en esta dirección y como ejemplo mencionó que a partir de la formación de redes se pretende fomentar la discusión dentro de una comunidad de expertos, con base en una temática específica. De este modo se llega a una idea más elaborada y compleja de la que puede lograr un solo especialista.