Solo dos días al año, alrededor del 28 de mayo y el 12 de julio, durante el atardecer, el Sol se alinea perfectamente con la cuadrícula que forman las calles de Manhattan, de forma que se puede ver el astro poniéndose en todas las vías pares, que van de este a oeste.
El fenómeno fue bautizado con el nombre de «Manhattanhenge» por el astrofísico Neil de Grasse Tyson, en referencia al parecido con el que ocurre en el monumento megalítico de Stonehenge en los solsticios.
En la imagen, la excepcional puesta de sol que ocurre estos días en Manhattan.