Alí Espinosa Vargas, egresado de la licenciatura en Biología en el año 2006, y Mario Uziel Reyes Vázquez, egresado en 2010 de la licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia, ambos de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), recibieron el pasado 12 de agosto el Premio de la Juventud de la Ciudad de México 2013, en la categoría Mérito Cívico, Ambiental y de Labor Social, que otorga el Instituto de la Juventud del Distrito Federal (INJUVE).
El deseo por ayudar a los más necesitados llevó a los dos egresados de la UAM a trabajar con niños de la calle y con jóvenes en situación de adicción a sustancias psicoactivas y alcohol, en centros penitenciarios, entre los que destaca el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial, en comunidades campesinas y colonias populares de la Ciudad de México y estados circunvecinos.
Alí Espinosa, quien obtuvo el segundo lugar, impartió talleres y cursos diversos a tres grupos vulnerables, todos con jóvenes: unos en situación de adicción, otros con deseos de ingresar a la educación media superior, así como con estudiantes de escuelas públicas (secundarias y preparatorias) en la capacitación para instalar huertos urbanos y cultivos con hidroponia.
“Todos los cursos y talleres que ofrezco a diferentes grupos vulnerables sirven como terapia ocupacional, rehabilitación y capacitación para el autoempleo; además de ser biológicamente viables, socialmente aceptables y económicamente rentables”, comentó Espinosa Vargas.
Mario Uziel Reyes, quien fue premiado con mención honorífica, expresó que hace un par de años conformó un colectivo que posteriormente se constituyó en una asociación civil llamada Tlacaelel Organízate, enfocada en la producción agrícola y pecuaria para fomentar el desarrollo sustentable en las comunidades más pobres del Distrito Federal.
“Nos ocupamos de manera permanente con niños y jóvenes del Distrito Federal, pero también lo hacemos en Yautepec, Morelos, donde promovemos el deporte con más de 70 niños”.
En el sur de la ciudad de México, agregó, pudimos crear un huerto comunitario gracias al entusiasmo de 50 niños y niñas; fundamos un proyecto denominado Cine-Parque, que consiste en la proyección de películas al aire libre donde abordamos, con los niños y sus padres, diversas temáticas, en especial aquellas referidas al medio ambiente.
Mario Uziel consideró que “sí es posible” el desarrollo sustentable en las ciudades y en el campo mexicanos e indicó que la soberanía alimentaria no es un aspecto lejano a los mexicanos “ya que en cualquier parte (azoteas, jardines, patios, ventanas) podemos cultivar nuestros propios alimentos de una manera sencilla mediante múltiples técnicas”.
Alí Espinosa y Mario Uziel Reyes señalaron que con el dinero otorgado por el INJUVE “seguiremos impartiendo cursos y talleres, porque el conocimiento se debe compartir todos los días en favor de nuestra sociedad. No queremos vernos románticos, pero el amor al prójimo es indispensable. Si trabajamos de corazón y con buenos sentimientos, sería suficiente para ayudarnos unos a otros”.