De toda la música que existe en el mundo, de todos los tiempos, el 95 por ciento es basura, es muy mala. Pero el cinco por ciento restante es mucha buena música, aseguró el guitarrista, investigador y musicólogo israelí naturalizado estadounidense Matanya Ophee.
Invitado al octavo Encuentro Internacional de Guitarra, organizado por la Universidad Veracruzana (UV), Ophee –fundador y único operador de Editions Orphée, casa que se dedica a recopilar y ofrecer partituras peculiares y raras– aseguró que es muy importante que la gente sepa distinguir entre la buena y la mala música.
“El problema es que muy poca gente sabe esa diferencia, es por eso que mucha de la música que uno escucha en grabaciones y en conciertos es muy mala, pero por razones políticas o por amistad con el compositor, se toca, aunque sea una sola vez”, sostuvo.
Puso como ejemplo la obra de Ferdinando Carulli –compositor italiano de música para guitarra, cuyo Método completo para la guitarra sigue siendo usado en la actualidad para fines didácticos–: “hay disponibles alrededor de 10 mil páginas de música escritas por Carulli, muchas de ellas son basura pero hay unas pocas que son piezas maestras absolutas, se trata de encontrarlas y para hacerlo tienes que leerlas todas”.
Con 35 años dedicado a la investigación y recuperación de partituras con música para guitarra, Matanya Ophee sostuvo que posee una colección de alrededor de 100 mil piezas, “muchas de ellas copias únicas, por lo que nadie más las tiene”.
Ophee explicó que sus métodos para hacerse de nuevas partituras son variables: “Algunas veces encuentro la música por accidente, a veces tengo que investigar y buscar por años. Por ejemplo, la pieza Ten etudes de Giulio Regondi la busqué durante 10 años en Rusia hasta que encontré a la persona que la tenía, la puse a disposición de todo mundo y ahora es una pieza tocada en todo el mundo. En contraste, hace unos meses encontré en la biblioteca de la Universidad de Harvard un manuscrito original y firmado por Fernando Sor, completamente desconocido, que había estado ahí por muchos años y nadie lo sabía. Yo lo encontré completamente por accidente”.
Siendo un investigador, Ophee sostuvo que internet ha facilitado el acceso a materiales musicales, pero principalmente de manera ilegal.
“Internet ha vuelto más fácil la actividad criminal. Hoy en día, mi catálogo completo está disponible en varios sitios para descargarlo gratis. Mi editorial estuvo fuera de circulación hace algunos años por esta razón; antes fue la copiadora, ahora son las descargas gratuitas de internet”, dijo.
El músico explicó que la razón por la que sigue en operación es porque hay algunas personas en el mundo que siguen interesadas en coleccionar objetos lindos y de buena calidad; que disfrutan tener piezas no en hojas sueltas impresas en casa sino una publicación diseñada y cuidada.
Sobre el Encuentro Internacional de Guitarra de la UV, sostuvo que es un evento muy interesante para los estudiantes y para los músicos profesionales, porque en el mundo de las artes es muy importante el contacto humano.
“He ido a muchos festivales de guitarra en todo el mundo, solía asistir a unos cinco o seis por año. Lo importante de estos eventos es que la gente se conozca mutuamente, el contacto personal es muy importante porque así se pueden generar redes de personas y de conocimientos. Uno se encuentra con muchos amigos; además de que para un músico es vital estar expuesto a nuevas ideas”, sostuvo.