Hiroshi Yamauchi, quien transformó a Nintendo en un gigante de los videojuegos, murió este jueves a los 85 años de edad, según informó la empresa.
Yamauchi, nieto del fundador de Nintendo, se convirtió en el presidente de la compañía en 1949 y la redirigió de ser una empresa dedicada al negocio de las cartas, a los videojuegos, campo en el que la convirtió en un emporio.
«El señor Yamauchi nos ha enseñado que hay valor en ser diferente», afirmó el presidente de Nintendo, Satoru Iwata, en un comunicado. «Vamos a seguir para cambiar con flexibilidad la forma de Nintendo de una era a otra, como ha hecho Yamauchi y Nintendo, como compañía, mantendrá viva su alma», agregó.
Hiroshi asumió el cargo después del retiro forzado de su abuelo Sekiryo Yamauchi, en 1949, quien sufrió una apoplejía, que lo llevó a la muerte poco después.
Su nieto Hiroshi asumió el puesto porque su padre había abandonado a su esposa y a sus hijos poco antes.
Hiroshi desde un principio, y a sus 22 años, dirigió la compañía con mano firme, supervisando todos los productos personalmente y ejerciendo la última palabra para dar el visto bueno o vetar cualquier decisión incluso si ya estaba en proceso.
Su experiencia lo llevo a cambiar el giro de la empresa para adoptar primero los juegos electrónicos y después los videojuegos.
En 1980 decidió buscar la expansión fuera de de Japón, decidiendo incursionar en los Estados Unidos, donde comenzaba a crecer el mercado del “arcade” (o máquinas de juegos) en lugares públicos, para lanzar algunos de los juegos que ya triunfaban en Japón, como Radar Scope.
Después introdujo Game & Watch, un juego portátil, y dos años después Family Computer/Nintendo Entertainment System, su primera consola, que fue lanzada a nivel mundial, entre cuyos juegos estuvo el popular Super Mario Bros.
En 1989 se presentó el Game Boy, que rápidamente creció en popularidad, y después llegó el Super Nintendo Entertainment System en 1990, así como el N64 en 1996 y el GameCube en 2001.
Hiroshi renunció a la presidencia de Nintendo el 31 de mayo de 2002 y designó como sucesor a Satoru Iwata, aunque continúo como presidente del consejo de administración hasta el 2005, cuando se retiró por completo a los 78 años de edad.
La última consola que lanzó al mercado durante su presidencia fue la poco exitosa Gamecube, que llegó tarde al terreno que ya había conquistado Sony, con PlayStation.