Latinoamérica requiere más proyectos de emprendedores dinámicos para resolver su «cuenta pendiente en términos de productividad» y generar empleo, según un informe presentado hoy en Bogotá por el Banco de Desarrollo de América Latina, antigua Corporación Andina de Fomento (CAF).

El estudio, elaborado a partir de 10.000 encuestas en 17 ciudades, advierte de un «contraste importante» respecto a los países desarrollados ya que en América Latina «las empresas son más pequeñas o se crean menos empresas con alto potencial de crecimiento».

Latinoamérica «ha avanzado mucho en políticas sociales, en mejorar la distribución del ingreso, reducir la pobreza, pero todavía tiene una cuenta pendiente en términos de productividad», anotó el director de investigaciones socioeconómicas de la CAF, Pablo Sanguinetti.

Durante la presentación del informe, remarcó en declaraciones a Colombia.inn, agencia operada por Efe, que «las empresas en América Latina generan relativamente poco empleo».

«Hay mucho microemprendimiento, mucho emprendedor, que tiene una empresa donde esta él solo o uno o dos empleados», añadió, para atribuir a este tipo de negocios el fenómeno del «autoempleo».

Según la investigación, el «autoempleo» ofrece «muy pocas posibilidades de aprendizaje o mejora en el capital humano» y disminuye las posibilidades de lograr alternativas de empleo asalariado lo que obliga a permanecer en el ámbito del microemprendimiento.

Por ello, el experto planteó facilitar el traslado de mano de obra capacitada a aquellas empresas con más posibilidades de expansión.

Para apalancar la productividad, a su juicio, es fundamental al inicio de vida de la empresa que sus fundadores sean «más creativos, innovadores», sepan «vislumbrar nuevos mercados» o pensar en nuevos productos.

Y es necesario un «ecosistema» que facilite la capacitación del emprendedor y su entorno, conexiones con sus similares y proveedores, centros tecnológicos o universidades que promuevan la innovación y el acceso a capital.

Sanguinetti aclaró que no se debe pensar en la innovación «como una cosa tecnológica», pese a que «el sector innovador por excelencia» son las telecomunicaciones o la electrónica.

«Cuando hablamos de innovación, hablamos hasta de una bombonería que puede generar proyectos nuevos, que puede generar nuevos servicios para sus clientes, combinar cosas distintas», destacó.

Según este banco de desarrollo, Brasil, México y Colombia son los países latinoamericanos que más recursos del erario público destinan a proyectos de emprendimiento, entre 3,7 y 4,5% del producto interior bruto (PIB).

En un «segundo nivel», dijo Sanguinetti, están Chile, Perú y Argentina, con montos por debajo del 2% del PIB.

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