En México la cultura, los talleres y los programas culturales son tomados con muy poca seriedad porque se piensa que es un entretenimiento, aseveró José Luis Pariente Fragoso, profesor emérito de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en la conferencia magistral “La gestión en las instituciones para la cultura y las artes”, con la que iniciaron las actividades del 2º Coloquio de Investigación en Administración y Gestión para el Desarrollo de la Universidad Veracruzana (UV).
El coloquio tuvo como tema principal “Gestión y gobernanza: actores e instituciones”, fue organizado por el Doctorado en Ciencias Administrativas y Gestión para el Desarrollo y tuvo como sede el auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración.
Pariente Fragoso lamentó que en nuestro país se haya hecho de la cultura un espectáculo, porque la cultura no trabaja con eventos, es un asunto de fondo, de procesos, el arte y la cultura son elementos cognitivos.
“El arte es un elemento cognitivo, no es un instrumento de distracción, qué bueno que uno se distraiga y juegue con el arte, el elemento lúdico es importantísimo pero lleva de fondo el cambio de estructura mental, un niño que es influenciado desde pequeño por el arte pensará de manera diferente.”
Consideró que en años recientes la cultura se ha convertido en uno de los ejes más importantes a nivel mundial y, sobre todo en la actualidad, puede ser elemento detonador de cambios estructurales que impacte de manera positiva en la sociedad.
Como ejemplo mencionó los beneficios que trae consigo el apoyo a la cultura y habló del caso exitoso de Colombia, donde la producción artesanal genera aproximadamente cuatro millones de dólares al año.
“En el caso de Guatemala las instituciones culturales crecieron en el orden de 7.3 por ciento anual de 2001 a 2005, y da empleo a 7.14 por ciento del total de la fuerza laboral”, indicó.
Asimismo detalló que de todo el turismo que se hace a nivel mundial, el turismo cultural es responsable del 40 por ciento del total de las ganancias en todo el mundo.
¿Qué pasa en México?
En el país, comentó Pariente Fragoso, las instituciones culturales están divididas en tres grandes ramas: federal, estatal y municipal. A nivel federal está el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); cada estado tiene secretarías, institutos o consejos; y a nivel municipal hay direcciones culturales, casas de cultura y asociaciones civiles.
Refirió que en México hay 15 institutos estatales de cultura, 12 secretarías culturales y cinco consejos culturales; sin embargo su estructura organizacional no corresponde a los propósitos y las funciones que deben cumplir, esto es, poco se hace en preservación, conservación del patrimonio cultural, así como en la promoción y difusión de todo el sector cultural y artístico.
Destacó que caso aparte son las casa de cultura generalmente siempre hay una en cada municipio–, ya que en ellas se imparten talleres artísticos o libres (como son comúnmente conocidos), sin embargo no son tomadas con seriedad.
Dijo que una acción exitosa es el programa de iniciación artística del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que a través de un plan escolarizado con duración de tres años busca que el niño esté en contacto directo con todas las experiencias artísticas, amplíe su visión y enriquezca su aprendizaje en el tema.
“Se pretenden dos cosas: primero, que los niños que egresan con vocación artística ya tengan una preparación inicial para seguir una carrera artística; segundo, si el niño no quiere ser artista ya formamos una persona que apreciará mejor las disciplinas artísticas, quienes serán nuestro futuro público”, enfatizó.
El especialista sugirió que sería idóneo que este programa desarrollado y puesto en marcha por el INBA fuera aplicado en todas las casas de cultura del país.
Por último, dijo que la estructura del modelo de gestión cultural que deben seguir los institutos culturales en el país consta de cinco puntos fundamentales para tener un impacto positivo entre la sociedad: difusión y comunicación; fomento y apoyo; preservación del patrimonio histórico y cultural; educación; y desarrollo.