Los académicos Samantha Rullán y Edgar Saucedo Acosta participaron en el décimo ciclo de Conferencias Financieras “Cultura financiera, una visión global”, organizado por la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales de la Universidad Veracruzana y que llevó como tema “La crisis en la Eurozona y la gobernanza económica europea”.
Durante el evento, realizado en la sala de videoconferencias de la USBI, Saucedo Acosta puso especial énfasis en el análisis de las circunstancias que han determinado la crisis financiera en países como Grecia, España, Portugal e Irlanda, e indicó que el comportamiento escasamente acertado en el manejo de los fondos monetarios procedentes de préstamos internacionales ha determinado que los otros países de la Eurozona abandonen a su suerte a las naciones mencionadas.
“Los gobiernos tienen ingresos derivados de sus impuestos, que se aplican en su respectivo gasto público. Se financian emitiendo bonos, mismos que determinan su precio de acuerdo a las dimensiones del déficit público y deuda”, aclaró el ponente.
Pero existen agencias calificadoras y un mercado secundario de bonos, que determinan la naturaleza de la valía en los mismos bonos. Éstos bajaron su calificación a los bonos de los países mencionados, y la situación financiera de Grecia fue tan desesperada que solicitó rescate en 2011. Todo esto expuso los fallos en la gobernanza; las instituciones no contaban con las herramientas y recursos para enfrentar crisis semejantes.
“Si este problema se hubiese presentado en Estados Unidos, digamos que en Carolina del Norte, Washington acudiría al rescate y nada grave ocurriría”, indicó Saucedo Acosta. Pero los países fuertes económicamente de Europa no se solidarizaron con sus vecinos. De ahí la crisis que aún ahora no se resuelve satisfactoriamente.
Samantha Rullán acotó que los miembros de una unión son vulnerables ante movimientos de los capitales y, en especial, a los que se dan debido a la desconfianza.
“El Banco Central Europeo reaccionó tardíamente ante el primer ataque especulativo contra los valores de la economía en Grecia. El costo ha sido elevadísimo para la ciudadanía regional, que ha sufrido las consecuencias de la inestabilidad política, de la recesión y desigualdad social, lo que desató los conflictos internos.”
En Europa, la política monetaria ha sido supranacional y casi todos los países han debido ceder en su soberanía, excepción hecha de Inglaterra, que no hace uso del euro. La política fiscal, en cambio, es nacional y no admite concesiones internacionales. De este modo, las propuestas son tres y se apoyan en la mayor coordinación de las políticas económicas, mayor nivel en la integración política y, finalmente, la instalación de un verdadero liderazgo en la Unión Europea.
De no darse estos factores, necesarios todos en la solución y prevención de los conflictos económicos, será imposible esperar una adecuada salida a la crisis que enfrentan aquellos que no manejaron aceptablemente sus recursos financieros.