El juego de pelota en el mundo maya tuvo un carácter ritual y de élite, señaló Erik Velásquez García durante su intervención en el Coloquio Veracruzano de Otoño 2013 “Los desafíos del deporte en México”, celebrado en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana.
Maestro y Doctor en Historia del Arte por la UNAM desde 1999; ganador de la Medalla Gabino Barreda como mejor estudiante, así como del Premio Francisco Javier Clavijero 2001, entre otros, Velásquez García destacó el contexto ritual que para los mayas significó la disciplina.
“Arqueológicamente las canchas que se han encontrado se ubican en la parte ceremonial de los sitios, en la parte de la élite, pues no se sabe si había juegos de pelota que practicara el pueblo. Lo más seguro es que sí, pero lo que se tiene es un testimonio de un contexto ritual y de élite.”
Señaló que se tienen grabados en los monumentos mayas, “representados en las vasijas o a través de textos jeroglíficos, que se refieren a la vida de los gobernantes, considerando que ellos eran líderes, personajes que tenían muchas funciones en el mundo. Eran personas capacitadas no solamente en la política, sino guerreros competentes que podían ir al frente de la batalla y parte de la élite sacerdotal”.
Expuso que los jugadores de pelota eran gobernantes que tenían títulos de adoradores, practicaban ritos complejos, algunos les llamaban chamanes, personas que sabían de rituales profundamente.
Destacó que la práctica que tenían tanto de ir a la guerra como de jugar pelota, era obviamente una actividad física, “pero un deporte sacro, íntimamente asociado con los mitos, pues ellos se vestían como las deidades, cuando estaban jugando les salían elementos de las fontanelas, fuerzas anímicas, como parte de su espíritu; algo más complejo de lo que pensamos”.
Erik Velásquez dijo que hubo muchas cosas que se perdieron y que ya no estaban en uso en el siglo XVI y que los españoles jamás vieron, pero muchas que sobrevivieron, como los famosos juegos de pies, que a los españoles les impresionaban demasiado, malabaristas muy entrenados, con palos, pelotas y demás, que se asociaban con los ritos.
El especialista abundó que los jeroglíficos hablan del juego de la pelota maya. “Con diferentes nombres para las canchas, las medidas de las pelotas de hule, los ritos de activación ritual con nombres para los jugadores como pits, entre otros”.
Resaltó que varios juegos de pelota maya terminaban en sacrificios humanos, de prisioneros de guerra. “Para ellos era muy importante derramar sangre porque era la sustancia vital donde reside el espíritu viviente, que era quemada con otros elementos como alimento para mantener vivos a los dioses, pues para los mayas no eran inmortales, podían morir y se acababa el orden cósmico”.
Velásquez García agregó que otra función en el juego de pelota en el clásico maya, es que era diplomático o político. “En los jeroglíficos se ven visitas de gobernantes mayas aliados entre ellos, que practicaban danza, convivios, rituales y juegos, que suponemos eran la manera de reforzar alianzas entre las comunidades de la época”.