Las mujeres representan casi la mitad de los estudiantes en todos los niveles, pero al terminar los estudios e incorporarse a la fuerza laboral, el porcentaje disminuye. En materia de género, las políticas públicas no han encontrado la razón u oportunidad en CTI, por lo que tienen que hacerse programas más visibles para lograr equidad, porque aun cuando hay más mujeres que estudian, no se refleja en el conocimiento de la ciencia; por ejemplo, en este año el 34 por ciento de los miembros del Sistema Nacional de Investigación (SNI) son mujeres, pero en el Nivel III, solo alcanzan el 20 por ciento.
Al respecto, la doctora Adriana Ortiz-Ortega, asesora académica del secretario general de la UNAM, profesora titular del Centro de Estudios de Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios, indica que la perspectiva de género no existe en las universidades.
Para la especialista de la UNAM juntar género y política pública es abrir una ventana de posibilidades en algo valioso para hombres y mujeres; subraya que la desigualdad se expresa más en mujeres, pero observa que la sociedad se beneficiaría si no hubiera estereotipos.
La especialista indica que debe buscarse el reconocimiento de género como área de conocimiento; la identificación de mecanismos específicos de desigualdad que pueden ocurrir cuando las mujeres ingresan al campo de CTI, y la identificación oportuna de cómo implementar la política pública dentro del sector de manera específica.
Desde hace 15 años en el país existe una política pública con perspectiva de género; sin embargo, mientras no esté reconocido como subdisciplina, los estudiantes se enfrentarán al problema de no contar con una raíz de organización social.
Minifaldas y pastillas anticonceptivas
La doctora Julieta Fierro rememora que ella creció en medio de la revolución para las mujeres, cuando ya podían usar minifalda y pastillas anticonceptivas.
“Las mujeres fracasamos cuando comenzamos a trabajar fuera de la casa y dejamos que los salarios fueran bajos. Algo que debilita a las mujeres es la falta de educación, y ahora podríamos proponer que los estudiosos subamos a la red conocimiento en el idioma español para que las mujeres puedan estudiar a la hora que a ellas les convenga y lo que quieran”.
Reconoce la astrónoma que en la actualidad hay muchas mujeres que estudian ciencia, porque en su época estudiantil era la única en determinados cursos.
“Después del fracaso de mi generación, hoy parece que las mujeres tienen fatiga y falta de tiempo para estudiar; no sé si lo que ahora hacemos funcione, lo que sí es una realidad es que ahora las mujeres estudian ciencia y asumen su sexualidad”.
Ambas participaron en el evento Una mirada a la Ciencia, Tecnología e Innovación con Perspectiva de Género: Hacia un diseño de políticas públicas, organizado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.