La investigación debe llegar a la sociedad y generar cambios, de lo contrario no sirve de nada, afirmaron académicos de las universidades de Guadalajara, Guanajuato y Autónoma de San Luis Potosí, en el marco del Primer Coloquio del Doctorado en Psicología, en el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la Universidad Veracruzana (UV).
El evento se realizó el lunes 13 de enero y cerró sus actividades con la mesa redonda “Tendencias actuales de investigación en psicología”, moderada por la académica del IIP, Rosa Godeleva Ortiz.
Tonatiuh García Campos, de la Universidad de Guanajuato, Rosa Martha Meda Lara, de la de Guadalajara, y Víctor Novoa Cota, de la Autónoma de San Luis Potosí, hablaron de los retos y las áreas de oportunidad de la investigación en la psicología social, de la salud y el psicoanálisis, respectivamente.
Entre los nuevos campos de acción para los psicólogos sociales, García Campos citó los medios virtuales de comunicación, el ámbito jurídico (como los juicios orales), la psicología evolutiva, las neurociencias y el manejo del terror (por ejemplo víctimas de violencia), por citar algunos.
Para él esta disciplina tiene un reto en el país: saber cómo es la psicología social del mexicano. Para lo cual hay mucho bagaje e información. Recalcó que la necesidad mundial (no sólo en México) de la psicología social radica en su aplicación.
“Históricamente tenemos dos problemas: por un lado aquellos que hacen investigación y sus datos se vuelven exageradamente fríos y los resultados jamás llegan a la gente; por otro, los que se van con la gente, se olvidan que son investigadores y se convierten en uno más y no hay investigación.”
Aunque cualquiera de los dos caminos es respetable, desde la investigación ninguno es bueno, consideró el ponente. “Como psicólogos sociales debemos siempre buscar el bienestar de las personas, con mayor razón deberíamos tener ese compromiso de devolverle a la gente algo que le sirva”, justificó.
En su intervención, Rosa Martha Meda detalló que la psicología de la salud debe dirigir sus esfuerzos para incorporarse a los ambientes hospitalarios (para intervenir en situaciones como manejo del dolor del paciente), en el ámbito laboral (está científicamente comprobado que la inseguridad laboral causa estrés), incluso la misma promoción de la salud, entre otras áreas.
La académica coincidió con su antecesor: “La investigación no sirve de nada cuando no la aplicamos para resolver problemas. En una situación específica, si logramos aterrizar y dar una solución a esa problemática tendremos mayor credibilidad como investigadores en la psicología”.
Añadió que la investigación es acción y puso como ejemplo que si no se logra reducir el nivel de estrés en una población o muestra (aunque sea pequeña), “no sirve de nada tener validados instrumentos muy finos, o tener intervenciones novedosas”.
En su intervención, Víctor Novoa habló del posicionamiento ético ante el dolor, desde el campo psicoanalítico. Detalló sobre la posición ética de quien está frente al dolor del otro, y expresó su preocupación por cómo “sin reconocer, ni saber, muchas de las prácticas tienen una connotación moral”.
Para él lo principal es la historia que cuenta el paciente y el dolor que está implicado. “El diagnóstico en ningún momento me va decir en qué condiciones se encuentra la persona que tengo enfrente”.