El bono poblacional en México, compuesto por los jóvenes entre los 18 y 25 años de edad, está desplazando su interés hacia una comunicación individualizada (aunque sea usando aparatos electrónicos), hecho que impacta en la publicidad dado que no consumen televisión y dejan las redes sociales, explicó Óscar González Muñoz, académico del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las Ciencias Administrativas (IIESCA) de la Universidad Veracruzana (UV).
El investigador realiza un proyecto que se basa en los estudios de mercado a través de la diferenciación de los consumidores, “es un proyecto que busca identificar oportunidades de negocio a través de los medios de comunicación actuales, que se han vuelto mucho más complejo en términos de la excesiva información que circula”.
El bono poblacional se mide en términos de la edad de votar y representa una gran oportunidad para las empresas y el mercado, apuntó, “pero es una oportunidad entre comillas porque se hace complejo considerar cuáles son los consumidores de oportunidad si la información que se tiene respecto al consumidor es vulnerada, es decir, no es específica porque el consumidor es voluble a sus expectativas”.
Existen cada vez más alternativas de consumo y al mismo tiempo se debe analizar qué pueden hacer las empresas para beneficiar específicamente al consumidor como integrante de un segmento particular, si las necesidades y expectativas están basadas en una multiplicidad de factores es más complejo.
“El consumidor, entre más joven, está logrando más adecuaciones a las expectativas de consumo de acuerdo a lo que representan los mensajes unipersonalizados; es decir, prefieren mantenerse en contacto de forma individual que a través de las redes sociales”, comentó.
González Muñoz apuntó que este cambio en los patrones de consumo de los jóvenes está generando nuevos referentes, “por ejemplo en términos de lo que se consume a través de la televisión, qué tipo de bienes representan una oportunidad ahora que el teléfono móvil y las redes sociales se han convertido en espacios importantes de interacción para los jóvenes”.
Actualmente las redes sociales ya no son los espacios más frecuentados por la juventud, ahora se habla de la instantaneidad de los mensajes personales; el trato uno a uno no ocurre en la red sino que es más personalizado, cada vez el consumidor joven cambia más rápido sus hábitos de consumo –comparado con las generaciones anteriores– y las empresas se preguntan cómo llegar a estos jóvenes que buscan mantenerse en un microcosmos diferenciado que no está dentro de las redes sociales.
“Planteamos que el consumidor cada vez se segrega más, generando estrategias de consumo que sin duda serán más costosas para las empresas porque será más difícil llegar a un consumidor que no busca integrarse sino que busca mantener su individualidad.”
En este sentido, aclaró, “la promoción ya no puede ser genérica, tiene que ser dirigida pero con base en qué argumentos, qué consideramos como determinante para hacer llegar un mensaje al consumidor cuando él se mantiene reacio a identificarse con una marca o un medio de difusión.
”Quizás el papá se quedó en que lo más nuevo son las redes sociales y el joven ya lo probó y ahora se da cuenta que son más novedosos los mensajes instantáneos o uno a uno”, por tal motivo están poniendo en crisis a las compañías que se anuncian en las redes sociales y a las mismas empresas que las crearon y operan.
Actualmente su investigación se encuentra en la etapa de conclusiones y presentará algunos de los resultados en el XVIII Congreso Internacional de Investigación en Ciencias Administrativas que organiza la Academia de Ciencias Administrativas, a realizarse del 22 al 25 de abril en Tijuana, Baja California.
Perfil del investigador
Óscar González Muñoz es egresado de la octava generación del Doctorado en Finanzas Públicas y cuenta con la Maestría en Ciencias Administrativas de la UV; tiene una Maestría en Administración por la North Carolina State University y es candidato a ingresar al Sistema Nacional de Investigadores.