La mayoría de empresas instaladas en México carece de las condiciones óptimas para garantizar la salud de sus empleados al interior de los centros de trabajo; al tiempo que las políticas públicas en materia de salud laboral van en retroceso, afirmó el doctor Jesús Gabriel Franco Enríquez, profesor-investigador titular de la Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El investigador reporta que, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), sólo cinco o seis por ciento de las empresas establecidas en territorio nacional cumplen a cabalidad con los requisitos de seguridad e higiene que exige esta dependencia federal y son las grandes empresas transnacionales.

Mientras que en los artículos transitorios de la reforma a la Ley Federal del Trabajo, en noviembre de 2012, se anunciaron cambios en las tablas de enfermedades de trabajo y en las de valuación de incapacidades permanentes resultantes de los riesgos de trabajo, en un término de seis meses a partir de la entrada en vigor del decreto que la modifica.  

“Hasta hoy no se han presentado las nuevas tablas, pero se pretende bajarlas de estatus, que pasen de la ley a una norma, así se podrá pasar por encima de ellas con mayor facilidad”, aseguró en entrevista Franco Enríquez, quien durante 18 años ha implementado el modelo para la Verificación, Diagnóstico y Vigilancia de la Salud Laboral en las Empresas en México y otros países de Latinoamérica.

Hace 23 años, el doctor Franco Enríquez se dio cuenta de que no existía en el mundo un modelo integral, holístico, que evaluara no sólo la seguridad e higiene en el trabajo (como lo hace STPS) sino que, aunado a estos dos factores, abordara el medio ambiente, la protección civil y los servicios de salud de los empleados.

Luego de cinco años invertidos en el diseño y ajuste del modelo, el investigador publicó en 1998 un manual con las características generales del modelo y su aplicación.

Actualmente el modelo se compone de tres instrumentos de recolección de información: la Cédula de Información General de la Empresa; los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo, los cuales reconstruyen de cada uno de los procesos desarrollados en centro de trabajo, y el Cuestionario de Verificación de 668 preguntas. 

A la fecha se han evaluado cerca de 300 empresas en México y el extranjero (Venezuela, Panamá, Argentina, Cuba, entre otros países) de sectores como la industria de la transformación, la textil, metálica, mecánica, química, así como hospitales, escuelas, mercados y establecimientos dedicados al entretenimiento.

 

Los únicos rubros en los que aún no se ha aplicado el modelo Verificación, Diagnóstico y Vigilancia de la Salud Laboral en las Empresas son la industria minera, la petroquímica y la agricultura de campo. El doctor Franco Enríquez espera pronto abordar empresas de estos ramos.

 

Hasta diciembre de 2013 el trabajo constante en la aplicación del modelo se traduce en 222 informes y reportes de investigación, dos libros y cuatro capítulos en obras colectivas, ocho artículos científicos, 19 tesis de grado, 62 trabajos presentados en eventos especializados, el desarrollo de un software y una página de internet para consulta de empresas, investigadores y servidores públicos.

 

A pesar de estos logros, el autor reconoce que en México hacen falta herramientas de evaluación similares al modelo para abastecer a más de 800,000 empresas existentes en el país, así como la voluntad de las instancias reguladoras para realizar los diagnósticos pertinentes de salud en el trabajo.

 

Esto ha generado un subregistro de las enfermedades causadas por malas condiciones laborales; las cuales son desconocidas por el empresario, el trabajador y las entidades gubernamentales. “Sólo por aportar un dato, por cada enfermedad relacionada con el desempeño del trabajo registrada en México, en España se tienen registradas entre cinco y diez afecciones vinculadas a este tema”, puntualizó.

 

El modelo desarrollado en la UAM no sólo ofrece un diagnóstico para implementar medidas correctivas, es sobre todo un proyecto que genera acciones preventivas: se detectan los posibles riesgos, se eliminan o controlan las fuentes de éstos y se hacen las recomendaciones para equipo de protección.

 

Pero “no podemos presionar para que se implementen nuestras recomendaciones, nosotros entregamos a las empresas un informe con los resultados, pero no podemos ir más adelante”, acotó el investigador.

 

Para brindar una solución a esto, el doctor Franco Enríquez resalta que hay que sensibilizar a quienes ocupan puestos directivos dentro de las compañías: “estamos convencidos de que hay que capacitar a los administradores, son ellos quienes van a asignar los recursos para la salud de los trabajadores; desde hace seis años colaboramos con la Licenciatura en Administración de la UAM señalándoles a los alumnos que un empleado con buenas condiciones de salud y seguridad va a ser más productivo”.

 

Tras 18 años, el académico considera que “el modelo ha mostrado su efectividad y se ha ido mejorando, tenemos en lista más empresas de las que podemos atender y muchos colegas de otras universidades lo han implementado para sus investigaciones”.

 

El fin último de este proyecto es que existan mejores condiciones de trabajo para quienes laboran en las empresas y, que a su vez, las recomendaciones surgidas del modelo le sirvan a las compañías para cumplir con los requerimientos que les exige la STPS, comentó el entrevistado.

 

El modelo también ha permitido por casi dos décadas la formación de recursos humanos en el campo de la salud en el trabajo, cumpliendo con las metas primordiales de la universidad pública.

 

Mayor información sobre el modelo para la Verificación, Diagnóstico y Vigilancia de la Salud Laboral en las Empresas en la página www.proverifica.com

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