Muchos de nosotros tememos al dolor, nadie quiere sufrirlo, pero es muy importante ya que determina nuestra respuesta al peligro y a la autopreservación, sin embargo, existe una extraña mutación genética que no permite sentir dolor físico a quienes la padecen. Tal vez no parezca algo tan malo, pero estas personas normalmente tienen muertes tempranas y a veces sufren heridas graves de las que ni se enteran.
Este mal se presenta desde la infancia y provoca que los niños no se den cuenta cuando se muerden la lengua, se golpean o se queman, este problema es muy peligroso porque las personas no responden al miedo, el cual nos hace reaccionar para correr, retirar la mano del fuego o tener las precauciones necesarias para no lastimarse.
La insensibilidad congénita al dolor es provocada por una producción anormal de endorfinas en el cerebro, las cuales neutralizan el dolor. Uno de los tratamientos es administrar naloxone y sobretodo, concientizar a las personas que lo sufren que deben cuidar su cuerpo y mantenerse mu al pendiente, ya que incluso podrían tener una infección interna y no saberlo.