El 24 de noviembre de 1974, a 159 km de Adís Abeba, Etiopía, el paleontólogo Don Johanson y el joven doctorando Tom Gray descubren el esqueleto de Lucy, el primer miembro reconociblemente humano del árbol genealógico de los primates.
Perteneciente a la especie Australopithecus afarensis, de 3,2 millones de años de antigüedad, se trata del esqueleto de una hembra de un metro de altura ,27 kilogramos de peso (en vida) y unos 20 años de edad.
Lucy pertenecía a una especie bípeda (caminaba sobre dos patas), distinta al Homo sapiens debido a la proporción entre piernas y brazos. Además, la curvatura de sus manos es sustancialmente diferente a la de las nuestras y su pecho estaba estrechado hacia arriba.
En su especie, el cerebro era pequeño aunque si se compara con el conjunto de su cuerpo, tenía un tamaño considerable. Sus dientes eran muy grandes por lo que la cara sobresalía por delante del cráneo.
El nombre Lucyproviene de la canción Lucy in the sky with diamonds del conjunto musical The Beatles, que estaba siendo escuchada por los miembros del grupo investigador la noche posterior al hallazgo.